Cinco

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         Me encuentro solo en el despacho del Alfa, él mismo me ordenó esperarlo allí y mientras no llega mi mente divaga en ese demonio de piel blanca y cabellos rojos ¿Estará bien? Que pregunta estúpida me acabo de hacer ¿Cómo va a estar bien? S...

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         Me encuentro solo en el despacho del Alfa, él mismo me ordenó esperarlo allí y mientras no llega mi mente divaga en ese demonio de piel blanca y cabellos rojos ¿Estará bien? Que pregunta estúpida me acabo de hacer ¿Cómo va a estar bien? Su hermano murió y ella mató a su propio padre, con el que tuvo una intensa batalla que seguramente dejó algún daño en ella, más allá del sentimental.

¿Qué tengo que hacer? ¿Tengo que sacarla del sótano? ¿Tengo que fugarme con ella o debo contarle a mi Alfa quien es mi mate? Camino de un lado a otro, como león enjaulado, mientras dejo que todas mis dudas inunden mi cabeza. ¿Cómo le diría a mi Alfa, a mi hermano, que su mayor enemigo es mi mate? ¡Joder! Paso una mano por mi cabello frustrado, cuando escucho rápidas pisadas y veo que entra Aitana con pasos furiosos, se gira para enfrentar al Alfa que la mira exasperado, detrás de ellos entran Aila con una sonrisa burlona y Anoki con el ceño fruncido.

-He dicho que no puede quedarse ahí, gracias a ella todos ustedes están vivos y en una pieza. ¡Mato a su padre! ¿Cómo la vas a tener en el calabozo?

-Aitana, debes tranquilizarte, no le hace bien al bebé.

-¡Y una mierda! Tú no vas a venir a decirme qué es lo mejor para mi hijo – le grita y Einar gruñe con enojo y dolido por las palabras de su mujer - ¡Estas siendo irracional Einar! Si quieres tenerla encerrada y vigilada, ¡perfecto! Pero no en un puto calabozo, le aprontamos una habitación de nuestra casa y listo.

-Esa mujer no va a estar bajo el mismo techo que mi mujer y mis hijos – gruñe, Aitana bufa con frustración, mira el piso por unos segundos y encuadra sus hombros, para mirar con determinación a Anoki, quien intenta rehuir de su mirada pero no puede, después de todo es nuestra Luna.

-Te ordeno que vayas a liberar a la princesa y la traigas aquí – le dice con voz de Luna, veo la pelea en Anoki pero es una pelea perdida, asiente derrotado y el gruñido de Einar lo hace detenerse.

-Te prohíbo que vayas – dice con voz de Alfa y Anoki se queda parado en su lugar, moviéndose de un lado a otro, nervioso, peleando ante las dos órdenes de su Alfa y Luna – No puedes usar tu voz de Luna para esto – le recrimina Einar.

-¿Y tú si puedes usarla? – Le gruñe Aitana, sus mejillas están sonrojadas por el enojo, entonces sus ojos me enfocan y destellan aún más enojo - ¿Y tú no vas a decir nada Otto? ¿Realmente no tienes nada que decir?

-Deja de intentar buscar aliados. Arinka va a quedarse donde está – sentencia Einar, Aitana me mira con sus ojos cargados de enojo y decepción y mira hacia Einar.

-Bien, búscate un lugar donde pasar la noche – le dice mientras comienza a caminar decidida hacia fuera del despacho, dejándonos a nosotros cuatro ahí de piedra.

-¿Qué? ¡No puedes hacerme eso Aitana! – dice con horror en sus facciones Einar mientras la detiene por el brazo, y yo comienzo a sentirme mal por provocar esta discusión entre mi Alfa y mi Luna, veo como Aila me mira incentivándome a hablar en este momento, antes que toda esta situación se vaya de las manos.

-¡Mírame hacerlo! – gruñe Aitana zafándose del brazo de Einar y girando hacia la puerta, es ahora o nunca.

-Es mi mate – digo en tono de voz bajo, Aitana se para en su lugar y gira para mirarme. Yo la miro a ella asintiendo con la cabeza, ella me mira con orgullo en su mirada, al igual que Aila. Anoki me mira sin poder creerlo y Einar tiene ojos únicamente para Aitana.

-Joder – dice Anoki - ¿Desde hace cuánto lo sabes?

-Desde la primera batalla, donde se llevaron a la Luna – susurro, Einar permanece sin decir nada.

-Repítelo Otto – me pide Aitana, sabiendo que su Alfa estaba lo suficientemente ido para escucharme, asiento con mi cabeza y me giro para ponerme frente a Einar, que me mira sin entender lo que sucede.

-Arinka es mi mate – le digo, él me mira por unos segundos impasible, digiriendo lo que acabo de contarle, retrocede dos pasos y gruñe tirando todo lo que había sobre su escritorio, escucho el pequeño grito de Aitana y yo me quedo allí parado, intentando no demostrar ningún sentimiento, intentando no demostrarme ansioso.

-¿Justo ella Otto? – me gruñe en mi cara y yo no me muevo de mi lado.

Siento la mano de Aitana tirar de mi brazo para alejarme de un muy encabronado Einar y le planta cara.

-¡Él no eligió a su mate de la misma forma que tú no me elegiste a mí! Te estás comportando como un imbécil Einar, en vez de alegrarte o preguntarle como uno de tus mejores amigos se siente al encontrar a su mate, ¿le haces esta escena? ¡Él te necesita joder! Los necesita – dice ahora mirando a Anoki, siento que quiero aún más a nuestra Luna – Déjate de estupideces y habla con Otto como su amigo, no como su Alfa, y después piensa en si vas a dejar en un calabozo a la mate de uno de tus mejores amigos y tu Delta – y tras decir eso se gira y junto con Aila salen del despacho, dejándonos a los tres parados en el lugar, sin movernos, con la tensión palpable.

Einar pasa una mano por su cabello mientras se gira para darme la espalda, Anoki me estudia con su mirada y yo solo puedo estar parado allí, mirando el piso, sin saber que decir o hacer. Sintiendo tantas cosas a la vez que es casi imposible mantenerme quieto en mi lugar. Un vaso es puesto frente a mis ojos, levanto la mirada para ver a Einar tendiéndome un vaso de Whisky, muy necesario en estos momentos. Lo tomo de un trago, y veo como mis amigos también lo hacen. Con un gesto Einar nos invita a sentarnos, y allí estamos los tres, mirándonos sin decir nada.

-¿Por qué no nos has contado? Hace meses lo sabes – me reprocha Anoki y yo elevo mis hombros sin saber que decir.

-Has estado sufriendo en silencio, somos amigos joder – me dice Einar.

-Supongo que por miedo. Su padre mató a los tuyos Einar – digo y noto al Alfa tensarse – Nunca podría aceptarla, por más que... no puedo – niego con mi cabeza, los tres quedamos callados por unos minutos.

-Tal vez Aila y Aitana tienen razón, y Arinka es diferente a su familia – se atreve a aventurarse Anoki.

-La vimos llorar – dice Einar perdido en sus pensamientos, sabiendo que solo los vampiros de alma pura son capaces de llorar, ella sin dudas tiene el alma pura. Me pierdo en el recuerdo de sus ojos grises cargados de dolor, de sus mejillas teñidas de rojo sangre por las lágrimas derramadas, de su entereza al pararse ante su clan y pedir paz – Es tu mate, la que tanto anhelaste, tienes que aceptarla. Ella tiene que ser diferente a su familia, por algo la Diosa Luna te emparejó con ella – me dice convencido y yo solo muerdo mis uñas en claro signo de nerviosismo, Einar suspira y asiente – Tienes mucho en que pensar Otto, acá estamos para ti. Por lo pronto, haré lo que Aitana sugirió, mandaré a acomodar una habitación para que ella se quede allí mientras tanto.

¿Mientras tanto? ¿A qué se refería con eso? ¿Será mientras yo me decida qué hacer con mi mate o a que él decida si es buena persona o no? No sé qué significan sus palabras, y eso logra dejarme intranquilo, pero solo asiento con mi cabeza.

-Ve a descansar, mañana hablaremos del asunto, y si quieres ir a verla, lo puedes hacer cuando desees – me dice y yo vuelvo a asentir con mi cabeza.

-Tal vez esta noche tengas compañía en tu casa Otto – dice en tono burlón Anoki y lo miro sin entender – Ya sabes, al Alfa lo mandaron a buscar lugar donde dormir – Anoki logra sacarme una sonrisa mientras el gruñido de Einar hace vibrar la casa.

-Encárgate de que acondicionen una habitación para Arinka y guardias para que vigilen que no se escape – le pide a Anoki – Yo voy a encargarme que la testaruda de mi mujer me acepte esta noche en la cama – Anoki larga una fuerte carcajada mientras nuestro Alfa se va con cara de cachorro regañado a buscar a su mujer.

-Es increíble lo que el amor hace – niega con la cabeza mientras se levanta de su silla – Permítete sentirlo – me dice, para después darme un abrazo apretado y salir del despacho a cumplir con las órdenes del Alfa, dejándome allí con todos mis pensamientos revueltos.

Una Vampiresa para el DeltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora