Me encuentro corriendo por el bosque, solo, algo que me llevó a una larga discusión con Arinka, quien prefería que alguno de sus vampiros me acompañen, pero yo no tenía ganas de sentir la incomodidad de ellos ni la mía, por eso después de insistir por varios minutos, la convencí de que iba a estar bien solo.
Dejarla me dolió, la comencé a extrañar cuando nos alejamos de ese último beso, el que lleve mi marca en su cuello sin dudas no va a facilitar las cosas. Pero intentaré solucionar todo rápidamente en la manada para volver a sus brazos.
En el camino solo pienso en ella, en lo hermoso que es levantarme a su lado, en sus hermosas curvas, en sus labios gruesos que siempre me invitan a besarlo, en la forma en que ellos envolvieron mi polla hoy al amanecer. Joder con mi pequeño ángel, es puro fuego. Gruño levemente para dejar de pensar en eso, solo quiero estar con ella y mis pensamientos no me están ayudando.
Cuando llego a la manada enseguida el lobo de Einar y el de Anoki se ponen a mi lado, y los tres corremos hasta mi casa, dónde me cambio rápidamente y los chicos hacen lo mismo, para después darnos un apretado abrazo.
-¿Arinka no vino? – pregunta Einar extrañado.
-Ari tiene muchas cosas que hacer en el clan, estuvo mucho tiempo ausente – explico y él asiente con su cabeza, con una mirada incrédula.
-¿Todo bien con ella? – me pregunta Anoki y una estúpida sonrisa de enamorado se dibuja en mi rostro mientras asiento – Deja ya no necesito que me contestes.
-La marqué, anoche la marqué. Y hoy fue demasiado difícil alejarme de ella – suspiro y los dos me miran con sus ojos muy abiertos.
-JO DER – ese es Anoki, sin dudas - ¿La marcaste y te viniste solo? ¿Pero es que tú eres estúpido o te haces?
-¿Ya hablaron del futuro? ¿Cómo lo van a hacer funcionar?
-¿Ella cuándo va a venir?
-¿Van a vivir algunos días en la manada y otros en clan? ¿Cómo vas a hacer para llevar tu puesto de Delta y ella el de Condesa?
-¿Cómo...
Los chicos comienzan a bombardearme con sus preguntas, preguntas que para la mayoría no tengo una respuesta clara, y con sus preguntas solo logran agobiarme más de lo que ya estoy.
-¡Basta! – Grito y los dos se callan – Lo único que sabemos es que queremos estar juntos, acá, allá o en otro planeta, pero juntos – aclaro y los dos me miran sin decir nada.
-Están en una situación de mierda – me dice Anoki y yo levanto una ceja.
-Gracias por decir algo obvio Anoki, aporta mucho – digo con ironía y toda la mala leche que puedo reunir. Y cuando voy a decir algo más, la puerta de mi casa se abre.
-¡Otto! – Grita Aitana y me abraza con fuerzas, yo sonrío y la abrazo de la misma forma – Te preguntaría cómo estás, pero por el brillo de tus ojos veo que todo va más que bien – y su sonrisa siempre me hace sentir en casa.
-Todo está bien.
-¡Tío Otto! – Kilian me separa de su madre y estira sus brazos para que yo lo levante, y es lo que hago, lo tiro hacia arriba y él ríe a carcajadas, cuando lo atrapo beso su regordeta mejilla, y me acerco a Aila para saludarla.
-¿Arinka no vino?
-Tenía asuntos que resolver en el clan – ella solamente asiente con su cabeza y me regala una pequeña sonrisa.
-La marcó – las pone al corriente Anoki, Aitana chilla y me abraza nuevamente.
-¡No sabes lo feliz que estoy por ustedes dos! – Yo le regalo una pequeña sonrisa y ella frunce su ceño, entendiendo que algo no está bien – Todos fuera – les dice al resto.
-Aiti, tenemos que trabajar, luego podrás hablar con Otto – dice Einar y ella le frunce el ceño.
-Ahora voy a hablar con Otto, después lo ponen al tanto de todo. Ahora váyanse, y lleven a Ki que quiere pasar tiempo con su padre, ¿verdad bebé? – le pregunta al cachorro que aún está en mis brazos.
-¡Sí! ¿Puedo ir arriba de papá lobo? – así llamaba Kilian a Kenai.
-Puedes – le dice Aitana y lo saca de mis brazos, deja un beso en su mejilla y se lo entrega a Einar, que después de suspirar sale de mi casa, no sin antes dejar un beso en la panza de Aitana y otro en sus labios, detrás de ellos dos salen Aila y Anoki.
Con Aitana nos sentamos en mi sillón, y sin que me lo pida, comienzo a contarle sobre mis días en el clan, sobre lo difícil que ha sido para nosotros saber qué hacer en el futuro, le cuento todas mis inseguridades y qué no sé qué proponerle a Einar para seguir siendo el Delta pero a la distancia.
-Otto – Aitana me toma una de mis manos – Si algo aprendí, es que el Alfa, Beta y Delta siempre tienen que estar juntos, este no es un trabajo que lo puedas hacer a la distancia, yo creo que tú tienes muy en claro lo que tienes que hacer, pero no te animas – ambos nos miramos a los ojos por unos segundos y yo suspiro, sé exactamente lo que tengo que hacer, aunque eso me duela – Nosotros nunca vamos a dejar de ser tú familia, tuya y de Arinka, siempre vamos a estar para ustedes, de la misma forma que nosotros sabemos que podemos contar con ustedes. Por suerte el clan solo está a unas pocas horas de la manada, vamos a seguir viéndonos siempre que queramos, ustedes tienen la obligación de visitarnos – me señala con un dedo y me da una pícara sonrisa, aunque en sus ojos veo tristeza.
-Me duele mucho tener que hacerlo – suspiro.
-Sin embargo es la decisión correcta. Yo dejé toda mi vida en Seattle, a mis padres, a mis mejores amigos, mi trabajo que tanto lo amaba, dejé todo por estar al lado de Einar, y por más que todos los días de mi vida extraño Seattle y mi gente, volvería elegir a Einar una y mil veces más. Estoy segura que no vas a arrepentirte – me asegura, para después abrazarme con fuerzas.
-Gracias Luna – le susurro.
Aitana tiene razón, desde hace varios días sé lo que tengo que hacer, aunque no quería enfrentarme a ello tengo que hacerlo, aún no sé cómo lo haré, sé que voy a desilusionar a mis dos mejores amigos, pero también sé que me van a entender. Ellos harían lo que fuera por sus mujeres, de la misma forma que yo haría lo que fuera por la mía, incluso dejar mi puesto de Delta, incluso dejar a mi manda, mi familia.
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Chiquiiissss ¿Cómo están?
Los miércoles se me está complicando para subir, así que voy a subir los días martes :)
Nos leemos prontito!!
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Una Vampiresa para el Delta
WerewolfSe conocieron en medio de una guerra, él solo quería correr hacia ella cuando sintió el hermoso olor a rosas y pino, ella sintió su mundo detenerse cuando sintió el olor dulce de su sangre. Pero nada podía ser tan fácil, porque él era el Delta de l...