Siete

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         Estoy en mi casa, con mis pensamientos revueltos

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         Estoy en mi casa, con mis pensamientos revueltos. Mis amigos saben quién es mi Mate y me apoyan, nunca esperé recibir el apoyo de Einar, supongo que tenía que darle un gran agradecimiento a Aitana, sin ella seguramente eso no hubiera sucedido.

Me debato una y otra vez en ir a verla, ¿Cómo se encontrará? ¿Me querrá ver? ¿Querrá saber de mí? Me levanto de mi sillón, no pudiendo estar más sentado, y justo en ese momento la puerta de mi casa suena, olfateo y sé que se trata de la Luna, por lo que no dudo en ir a abrirle, tal vez pasó algo con Arinka.

-Luna – digo mientras abro y la dejo pasar.

-Delta – me dice poniendo sus ojos en blanco, no le gusta mucho cuando la llamamos así. Ella entra y se sienta en uno de mis sillones mientras se toca su panza – Creo que voy a parir antes de tiempo si me siguen estresando así – bufa y yo la miro con compasión, ha pasado por demasiadas cosas en tan pocos meses y siempre se muestra con una sonrisa, no se deja amedrentar por nada del mundo.

-¿Quieres algo Aiti? ¿Agua, algo de comer?

-Siéntate conmigo – me pide y yo obedezco sentándome a su lado, ella toma una de mis manos con las suyas y me sonríe – Arinka ya no está más en ese mugroso calabozo, está encerrada en una habitación en casa, una habitación de máxima seguridad, pero al menos está más cómoda y tiene un baño.

-Gracias, gracias por todo lo que haces por ella – le digo con mi corazón latiendo con fuerzas, me alegra demasiado saber que al menos está más cómoda - ¿cómo está ella? – pregunto con algo de timidez.

-Eso deberías ir y preguntarle tú – me regaña y yo bajo mi mirada – Físicamente está bien, Aila la revisó junto a su abuela, tenía algunas astillas de madera pero se las sacaron, está bien. Ahora, su alma dudo que esté en paz. Mató a su padre, mataron a su hermano, su Tua Cantante no se ha presentado ante ella, son demasiadas cosas para una persona – yo asiento con mi cabeza y suspiro.

-No sé qué decirle – susurro.

-Otto, ¿estás interesado en ella? ¿Quieres formar una vida con ella?

-Quiero – respondo casi sin pensar – Pero estoy muy abrumado. Aiti, durante todos estos meses pensé que no iba a poder estar nunca con ella, los vampiros son nuestros enemigos naturales, y por si eso fuera poco, su familia mató a la del Alfa. Y ahora... - paso una mano por mi pelo con clara frustración, no sabiendo que hacer ni como canalizar mis pensamientos ni mis sentimientos.

-Ahora sabes que ella siempre repudió lo que estaba haciendo su padre, sabes que Einar acepta esta unión, aunque a mi entender él ni pincha ni corta en esa relación, y también sabes que te necesita. Siempre soñaste con tener una mate, y te tocó una con un alma muy pura y que seguramente muere por darte amor, de la misma forma que tú mueres por dárselo a ella. Olvídate quien es o qué es, lo único que tiene que importarte es que es tu mate y que te necesita.

-Gracias por defenderla tanto, por haber peleado tanto por ella, no sabes lo feliz que me hizo tu orden de no matarla – le sonrío chiquito - ¿Cómo supiste que era mi mate?

-Llámalo sexto sentido – me guiña un ojo y después ríe – Eso y lo incómodo que te ponías cada vez que hablaba de ella. Sinceramente no entiendo como Einar y Anoki no se dieron cuenta – pone sus ojos en blanco – Hombres – se queja y yo le sonrío.

-Gracias por guardarme el secreto.

-No me correspondía a mí decirlo, y suponía que tú ibas a necesitar tiempo. Ahora... hablemos de lo importante, ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a ir a verla?

-No sé qué decirle – muerdo una de mis uñas, pensando en cómo enfrentarme a ese ángel, que ahora sé que definitivamente es un ángel y no un ángel disfrazado de demonio como pensaba.

-Cuando estés con ella, seguramente vas a saber exactamente que hacer – me asegura y yo asiento, aún perdido en mis pensamientos.

-¿De verdad vas a impedirle dormir en su casa al Alfa? – pregunto para cambiar de tema y ella ríe.

-Estaba dispuesta a hacerlo, pero como me hizo caso, probablemente le diga que puede dormir en otra habitación de la casa, aunque todos sabemos que a media noche él se va a pasar a mi cama y yo lo voy a dejar – me guiña un ojo y yo río. Ella se para con lentitud y me mira desde arriba - ¿Vamos a la mansión?

-Vamos – asiento con mi cabeza, parándome a su lado, cagado de miedo y nervios.

-Todo va a estar bien – me asegura mientras deja una caricia en mi espalda, para reconfortarme.

-Eso espero – suspiro.

-Vas a ver que sí. Iría yo misma a verla, pero me parece que ya tiré demasiado de la cuerda de Einar por hoy, y a parte tú necesitas verla, de la misma forma que ella necesita verte – me dice mientras ambos salimos de mi casa y comenzamos a caminar hacia la mansión - ¿Te conoce en tu forma humana? – me pregunta frunciendo su ceño.

-No – niego con mi cabeza y ella ahoga una expresión de horror.

-¡No sabe cómo se ve su Tua! Eso es un horror, debe imaginarte de una y mil maneras, pobre chica – niega con su cabeza con reproche – por suerte ya mismo vamos a solucionar eso. ¡Debes llevarle flores! ¿Le gustarán las flores? A mí me gustaría que me llevasen comida, pero como ella no come... creo que flores le gustarán. Ven vamos – toma mi mano y me desvía hasta estar en un puesto de flores, después de ella elegir el ramo y hacer que yo lo pague continuamos hasta la mansión – Todo va a salir bien, ¡suerte! – me dice emocionada, dejándome en la puerta de la habitación de Arinka, custodiada por dos lobos.

Yo me quedo ahí por unos minutos, sin moverme de mi lugar, mirando la puerta y a los dos lobos que me miran sin saber qué hacer. Debo verme realmente ridículo con un ramo de flores y sin moverme. Suspiro con pesadez, y abro la puerta lentamente, retengo todo el aire en mis pulmones y sin mirar entro a la habitación, una vez que estoy dentro cierro la puerta y suelto el aire lentamente.

No estaba preparado para lo que mis ojos están viendo, mi precioso ángel se encuentra acostado en la cama, sus anaranjados cabellos esparcidos por la almohada, sus ojos cerrados y respiración acompasada. Yo dejo las flores sin cuidado sobre un mueble y me acerco a ella, para poder detallarla más, no la había visto tan de cerca y eso hace latir mi corazón como loco, Lohan está ansioso y quiere salir para marcarla, pero logro mantenerlo a raya mientras me empapo en su delicioso aroma. Es hermosa, un verdadero ángel, su piel blanca como la porcelana, su nariz y mejillas salpicadas por hermosas pecas, sus pestañas largas y rizadas que acarician con suavidad sus mejillas. Mis manos pican por tocarla, pero decido que es mejor dejarla descansar, ha tenido un largo día y merece estar en paz, por eso doy media vuelta y salgo de la habitación, no sé cuánto podré controlar a Lohan sin marcarla.

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Buenaaaaaaaaassssssssssssss, acá vengo a dejarles capítulo.

La semana que viene no voy a podr actualizar, voy a intentar subir otro capítulo entre mañana y el viernes, aunque no prometo nada (el sábado es la boda!!)

Nos leemos prontito!!

Una Vampiresa para el DeltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora