Capítulo 39 (4/5)

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-Llegas tarde otra vez Porsche. -pronunció el bartender desde el otro lado de la barra.

Apo, quien recién llegaba, solo asintió caminando hacia el cuarto del personal. En aquellos meses en donde se la había pasado acechando y matando a sus víctimas, obtuvo un empleo nocturno en un antro, no por necesidad, aquel empleo era su coartada, la distracción en caso de ser descubierto en alguna fechoría ilegal, por que si, también trabajaba para los traficantes con los que se había aliado.

A pesar de tener días tranquilos, poco a poco los enemigos de los Golden corría el rumor sobre el paradero de Porsche. La situación comenzaba a complicarse, no sólo se tenía que encargar de los destructores de su vida, sino también, de los enemigos que había dejado su antiguo jefe en la mafia.

Apo suspiro, el fastidio inundaba su cuerpo, en los últimos días se había encontrado siendo seguido por los enemigos que habían dejado los Golden en Tailandia, tratando de acorralarlo cuál animal.

Sus aliados no eran de ayuda en cuanto a trabajos físicos se trataba, eran unas ratas, las cuales habían aceptado a ayudarlo por miedo a ser alcanzados por las llamas del infierno. Eran tan cobardes que habían aceptado ayudarlo creyendo que teniendo a Apo como aliado nada ni nadie los podría tocar, por esa razón, el propio Apo tenía que lidiar solitariamente con aquellos imbéciles.

Apo poco a poco comenzó a quitarse la ligera ropa deportiva que cubría su cuerpo, eran cerca de las seis y diez de la tarde noche, su horario laboral ya había comenzado, por ello, una vez semi desnudo, comenzó a portar su ya acostumbrado uniforme, unos zapatos de vestir color negros, un pantalón del mismo color, una camisa de manga larga color blanca, una corbata y un chaleco los cuales hacían juego a color junto al pantalón y zapatos.

Todo parecía normal, pero por alguna razón los sentidos de Apo se encontraban en mayor alerta. Tomó entre sus manos una delgada y perfecta navaja negra colocándola en el interior de su chaleco negro, sujeto la pistola sobre el casillero y la introdujo en la parte tracera de su pantalón, cubriendola a la perfección con el chaleco, se miró en el pequeño espejo a un costado de la puerta de los vestidores para después simplemente salir de aquel reducido lugar.

Comenzó a inspeccionar el antro, el cual debido a la hora, solo se encontraban los trabajadores de ese turno; sus pasos pronto se hicieron sonar por el espacioso lugar. Su trabajo consistía en atender a los clientes tras la barra, sirviendo sin parar una bebida tras otra. Sorprendentemente los clientes quedaban cautivados con su inusual belleza y apariencia oscura, tal vez por la temática del antro que instaba al pecado o bien, por qué la gente era adictamente enferma al peligro.

Apo detuvo sus pasos tras la negra barra marmolada, justo a un costado de su compañero de turno.

-¿Qué es lo que haces para no ser regañado por el jefe? -cuestionó intrigado aquel joven hombre.

Dulce Tentación ✟ [Biblebuild] CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora