Me levanté como de costumbre a las 8 am. Era un sombrío viernes donde el sol no brillaba, solo las grises nubes se podían lucir.
Mi apartamento estaba hecho una mierda, pues hacía tiempo que recogía absolutamente nada. Dicen que tu espacio es el reflejo de tu mente, estoy de acuerdo.
-Lucifer, ven aquí, grandullón.-Llamé a mi gato negro de ojos verdes con toques amarillentos.
-¿Cómo estás, mi Señor de la Oscuridad?-Le pregunté en un tono dulce sin esperar respuesta alguna. Me gustaba llamarlo así, ya que su apodo combinaba con su hermoso pelaje.
Él simplemente lamió mi rostro delicadamente para irse hacia la pequeña cocina.Mi campeón se acariciaba contra mis piernas mientras esperaba a que yo le pusiera su respectivo desayuno, pienso con sabor a salmón.
Lo dejé comiendo y yo me fui a alistarme para el resto de día. Me maquillé como siempre solía hacerlo. Lápiz negro de ojos para la línea agua de este, máscara de pestañas y unos toquecitos de mi Rouge Coco en tono 494 de Chanel, espléndido. No me preparaba la piel, eso lo dejaba para la noche, cuando tenía que ir a trabajar.
Me vestí toda de negro, como solía siempre hacerlo. Mi gama de colores era cualquier tono de rojo y negro. Portaba un jersey de lana oscuro con los hombros al descubierto, mientras que mi parte inferior la adornaban unos leggings de cuero, negros también, como no. Me calcé con mis altas y cómodas botas y salí de casa, obviamente no me olvidé de despedirme de Lucifer.
-Buenos días, Vinyl.-Me saludó la dependienta del Starbucks al que había entrado.
-Buenos días, Georgina.-Le devolví el saludo de una manera cansada.
-¿Lo mismo de siempre?-Me miró inclinando su cabeza con una sonrisa.
-Lo mismo de siempre.-Respondí y ella me guiñó un ojo, para después irse a preparar mi pedido.
Georgina era una mujer que rondaba los cincuenta años, me gustaba su estilo rockero, su cabello corto lavanda, y éramos bastante parecidas. No podía decir que éramos mejores amigas, pero tal vez ella era una compañera de vida.
La cincuentona me entregó lo que siempre desayunaba, un amargo café negro y una dona de chocolate.
También había llevado conmigo mi portátil, así que lo saqué. Comencé a mirar unos nuevos tacones para mi trabajo, pues aunque tenía varios pares, algunos ya estaban bastante desgastados. Y normal que lo estuvieran, hacía dos años que no compraba ningún par.
Sí era cierto que como bailarina exótica ganaba dinero, pero simplemente era lo suficiente para mantenerme y tener algunos caprichos. No me disgustaba mi trabajo, solamente que a veces me parecía peligroso. Y más cuando en el club que yo trabajaba venían desde hombres que no llegaban ni a fin de mes, hasta los más poderosos de todo el estado. Así señores era Surreal Realm, la diversión para los grandes, pero la perdición para los menos afortunados.
Lo único que yo hacía en el lujoso lugar era bailar. Otras compañeras ofrecían diferentes servicios más, pero yo solo me redimía a hacer mis shows para el público. Aunque depende de la cantidad de dinero el espectáculo podría ser en privado, pero eso no me molestaba en absoluto.
Por suerte, Surreal Realm tenía un muy buen estatus social, hasta podría decir que era el club más exitoso de todo Nueva York y no me equivocaría. Por eso mismo, no solían haber graves altercados. Pero trabajábamos en un lugar lleno de gente y alcohol, obviamente alguna cosa pasaría.
Después de la reflexión del día, abandoné la cafetería para hacer algunos recados. Cuando acabé, volví a mi hogar para después no volver a salir hasta la estrellada noche.
![](https://img.wattpad.com/cover/331842067-288-k608221.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Misterioso Señor Jota | Joseph Quinn
FanficSurreal Realm era un club para gente asquerosamente rica en Nueva York. Vinyl trabajaba de bailarina exótica en este lugar. Su trabajo siempre le había parecido algo peligroso, pero nunca le había ocasionado ningún grave problema. Nunca, hasta que...