15: El Enigma Del Deseo 👠

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⚠️Un poco de contenido +18
👠=Aviso de contenido +18

Me And Your Mama desde el minuto 2:02 sonaba, la canción la había escogido yo. La mirada ansiosa de Jota delataba que quería ver mi actuación cuanto antes, aunque él quisiera hacerse el serio, sus ojos lo delataban.

Caminé con seguridad hacia él y levanté su barbilla con delicadeza para compartir contacto visual. Cuando lo conseguí, sonreí pícara y él tragó con dificultad intentando que no se notara.

Me monté a horcajadas de él y comencé a mover mi cuerpo como si de una ola se tratara, se le notaba nervioso. Seguidamente, clavé suavemente mis rojizas uñas en su nuca, haciendo así que se estremeciera un poco. Así fue como me fui acercando a sus labios lentamente hasta estar a escasos milímetros mientras movía mi boca siguiendo al ritmo de la canción pero sin cantarla directamente.

-Vinyl...-Su voz estaba temblorosa, iluso.

Le sonreí con diversión al ver lo que le hacía sentir y lo calle poniendo mi dedo índice en su cavidad bucal.

-Silencio, guapo, esto acaba de comenzar...-Toqué su nariz con inocencia, me estaba burlando de él y eso me encantaba. En este momento lo tenía dominado y lo iba a aprovechar.

Me puse en pie y lo arrastré hasta la barra con sillón que había en la sala. Comencé a hacer mis piruetas seductoras y lo único que sus globos oculares reflejaban era hipnosis.

Me deslicé hacia abajo para volver a sentarme encima de él, pero esta vez tocaba una postura diferente... Subí mi pierna derecha a su hombro lentamente para después hacer lo mismo con la izquierda. Él estaba paralizado. Agarré su cuello y la parte trasera de su cabeza con otra mano para acurrucar su cabeza entre mi hombro y mi garganta. Él comenzó a dejarme besos húmedos por toda esa zona desesperadamente, no lo aparté, no quería hacerlo. Se sentía bien, pero mejor se sentiría cuando se apagara la música y a él se le quedara una cara de idiota al darse cuenta de que había caído en mi juego de seducción.

Incliné mi cabeza para atrás y el enmascarado intensificó sus besos, no me desagradó la situación, pero eso no era mi trabajo. Aunque si lo pienso mejor... Si dejo que Jota haga lo que quiera, sin pasarse, obviamente, querrá volver a obtener mis servicios, cosa que significaba que más dólares para mami. Bendito sea el dinero y la felicidad que trae.

Para seguirle el juego, comencé a mover mis caderas cada vez aumentando más el ritmo. Y para que ya se muriera de las ganas, solté un pequeño gemido en su oreja. No tardó mucho su bulto en aparecer, había conseguido lo que quería.

Hundí mis dedos en su cabello y él también gimió. Jota intensificó mi agarre y subió una mano para masajear mi pecho derecho.

Comenzó a desabrocharse en cinturón de su pantalón, esto estaba yendo a demasiado. Lo detuve tirándolo para atrás del sillón con una mano en su pecho. Él captó la señal, pero aún y así quiso deshacerse del la enana lencería que tapaba mis senos, no señor, eso no iba a pasar.

Para mi suerte, la música acabó y yo aparté sus manos de mí, dándose cuenta de lo que había estado haciendo.

-Vinyl, yo...-Empezó a hablar entrecortado.

-Cierra la boca, para la próxima quiero trescientos.-Le lancé una mirada felina y seria para después salir fuera de la habitación. Me fui alejando a paso lento mientras solamente se escuchaban mis tacones chocar con el suelo. Nunca lo vi salir de aquel cuarto, supongo que se avergonzó de su comportamiento, o simplemente no podía salir sin que la gente viera que su amiguito estaba muy contento.

Volví al centro de Surreal Realm, donde todos estaban. Todavía no asimilaba lo que había visto, pero no me quedaba otra que olvidarlo, pues no servía de nada que hablase o me enfadase, yo tenía las de perder.

El Misterioso Señor Jota | Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora