El Misterioso Señor Jota | Joseph Quinn

28: La Voz De La Sangre

POV VINYL

-De acuerdo, ¿¡ALGUIEN ME VA A DECIR QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ!?-Grité yo frustrada, todo esto era un gran lío y yo ya estaba cansada de tanto misterio.

-Tranquila, Vinyl, yo te lo puedo explicar.-Dominick me habló agradablemente, cosa que no me gustó, ¿Por poco lo matamos y ahora era amable? No lo sé, era extraño.
-Brusse me contactó para terminar con los sectarios de la Élite. Mi objetivo ahora es acabar con esa maldita secta y conseguir aliados para hacerlo, así que cuando supe que Jota quería irse de ahí consideré que sería buena idea hacer las paces, ahora nos necesitaremos.-Explicó, yo me quedé mirando a Joseph y Moisés parecía que estaba en shock.

-Brusse, ¿No te dije que no quería que te metieras en esto?-Joe le dijo al guardaespaldas mientras iba a darle un abrazo, gracias a él estábamos vivos.

-Prefiero un gracias, jefe.-Los dos se sonrieron.

-Lamento haber intentado matarte, gracias por ayudarnos.-Joseph se dirigió a Briony.

-Sigo sin perdonarte, Quinn. Además lo hice más por ella que por ti.-Se refirió a mí con una sonrisa burlona.
-Siento haberte tratado como te traté aquel día, sé que no es tu culpa que el lerdo de tu jefe te haya metido aquí.-Besó el dorso de mi mano.

-Perdonado, y ahora, ¿Podría alguien darme algo más calentito? Tengo frío.-Todavía llevaba la ropa que había utilizado en el trabajo, la cual era como una especie de bikini.

-Iré a por una bata, señorita Black.-Brusse dijo.

-Gracias, ¡Más hombres como tú!-Bromeé y le agradecí, a Joe no le hizo mucha gracia la broma.

Moisés le pidió un cigarro a Joseph y se fue a fumar al jardín, es normal que necesitara hacerlo después de vivir lo que había vivido. Nos quedamos Dominick, Joe y yo en la sala principal.

-Entonces, Quinn, ¿Serás mi aliado?-Preguntó Dom.

-No me queda de otra, ¿no?-Rodó los ojos.

-Sabes que me lo debes.-Le apuntó con su dedo índice y Joseph levantó sus brazos en significado de que el otro hombre tenía razón.
-Y tú, Vinyl, ¿Querrás participar en esto?-Me miró mientras levantaba una ceja.

Joseph me miró esperando impaciente mi respuesta.

-No.-Respondí cortante. Ya había pasado demasiados peligros, no quería sufrir más, mi decisión fue sabia.

-De acuerdo, sabes que si cambias de opinión tienes la puerta abierta.-Sonrió Briony y yo asentí.

Decidí irme a fumar con Moisés, lo necesitaba. Brusse justamente bajó con una bata de seda y me la puse para irme a la terraza. Hacía frío, pero me gustaba sentirlo. Sentía el aire tocar mi rostro y cerré mis ojos durante unos segundos, me permití disfrutar el momento de calma que no había podido sentir hace tiempo. Vi a mi amigo a lo lejos y me acerqué a él.

-Barna.-Le saludé.

-Black.-Me saludó de vuelta.

-¿Cómo vas?-Pregunté, supongo que no era fácil asimilar que estabas trabajando en una tapadera para satánicos, al menos para mí no lo había sido.

-A pesar de todo lo que ha pasado hoy, bien.-Reímos los dos nasalmente.
-¿Y tú? Te he notado más callada de lo habitual.-Era cierto, lo había estado, pero es que todo esto me estaba agotando.

-No lo sé, ese es mi problema.-Encendí mi cigarro con cautela.

-¿Puedo preguntarte algo?-Me miró en la oscuridad de la noche.

-Dispara.-Le di una calada a mi cigarrillo.

-¿Entre tú y Joseph hay algo?-Hasta yo misma me lo preguntaba, ¿Lo había?

-Algo hay.-Respondí.

-Vamos, Vinyl, se nota que le gustas.-Me pegó suavemente con el codo.

-Lo sé, y creo que él también a mí, pero jamás me he enamorado, siempre he sido yo y tan solo yo.-Me froté la frente.

-Tal vez deberías dejar que todo fluya.-Y de repente Moisés se había vuelto mi consejero dela amor, irónico.

-Sí, pero no es fácil cuando no sabes lo que estás sintiendo.-Resoplé y vi de reojo como giró su cuello para atrás.

-Voy adentro, tengo ganas de descansar, buenas noches.-Nos abrazamos amistosamente y él se fue a la habitación que le fue asignada.

Escuché unos pasos, unos muy conocidos para mí, y ahí entendí el porqué se había ido tan rápido Moisés.

* * *

POV JOSEPH
Sentía que mi chica estaba extraña conmigo, cosa que era normal por todo lo que habíamos pasado. Aproveché que Briony fue al baño para escabullirme y mirarla desde cierta distancia.

Ella estaba fumando mientras agarraba su cigarrillo tan elegantemente. A pesar de la poca luz que había, sus rojizas uñas brillaban como nunca. Todo de ella era sumamente extraordinario, su existencia era un escándalo, como diría Oscar Wilde. Tan solo se podía ver su curvilínea silueta bajo la azulada luz de la luna, pero aún y así sabías que era ella, era demasiado identificable. Podría destruir mi corazón, pisotearlo, quemarlo, dejarlo sin vida... Pero aún y así seguiría latiendo porque ella seguiría viva. Todo me recordaba a ella; el rojo, las cosas aterciopeladas, las amapolas, las rosas, el color negro, los cabellos largos, la música sensual, el rock, las uñas bien hechas, los labios definidos, los cuadros surrealistas y renacentistas, los tacones, la lencería, las miradas felinas, los labiales, mi habitación, las sábanas con las que la hice mía aquellos días... Absolutamente todo me recordaba a Vinyl Black.

Ella no era la única que estaba en mi jardín, también estaba él, el tal Moisés Barna. Puede que le tuviese que estar agradecido, pero al verlo hablar con mi muñeca me entró una rabia incontenible. Yo quería que ella se riera con mis bromas, que durmiera en mis brazos, que fuera feliz conmigo... Y ver que otro tal vez tenga oportunidad de ello hacía mi sangre hervir.
El camarero me vio, le dio un abrazo a Vinyl y se marchó, no sin antes darme dos suaves golpes en mi espalda. De repente Barna me comenzaba a caer mejor, se había largado para darnos privacidad a mí y mi chica.

-Buenas noches.-Me acerqué a ella.

-Buenas noches.-Me devolvió el saludo.

-¿Está todo bien?-No sabía como iniciar aquella conversación, así que comencé por lo básico.

-Me gustaría decirte que sí, pero sería mentirte.-Sonrió triste.

-Cuéntame, preciosa.-Agarré su mano y la miré fijamente a los ojos.

-Es que... Creo que te amo... Y de verdad, pero no lo sé y no quiero hacerte daño porque...-Me dio igual todo, la besé con todas mis fuerzas, no pude no hacerlo. Sus palabras me hicieron levitar, me encantaba escucharla decir eso.

-Te amo, te amo y te amo, quiero gritarlo a los cuatro vientos, mi amor.-Jamás había estado tan emocionado.

-Joe, pero...-De repente vi como sus ojos se comenzaron a aguarse, eso era lo último que quería ver. Mi muñeca se aferró a mis brazos y comenzó a llorar, odiaba verla así.

-Me derrumbo completamente si lloras, cariño.-Apreté más el abrazo y puse mi cabeza sobre la suya. Ella me miró.

-Sí, Joe, te amo.

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Buenísimas noches 🫶🏻

Obra de hoy: La Voz De La Sangre de René Magritte.

Quiero comunicaros que hoy subí un edit de esta historia a mi cuenta de TikTok (@king.reader)
Allí subo los edits de mis fanfics :)

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Muchos besos💋