El Misterioso Señor Jota | Joseph Quinn

5: Rosa Meditativa

Me largué del club rápidamente. Tal vez hubiera ganado más dinero aquella noche si me hubiera quedado, pero primero estaba mi salud mental. Y sabía que si duraba un minuto más allí, podía cometer actos de los que luego me arrepentiría.

Ni siquiera me desvestí al llegar a mi apartamento. Dormí con aquella lencería tan incómoda. Necesitaba descansar para acabar de asimilar lo que pasaba.

* * *

Desperté con demasiado frío. Mi maquillaje estaba corrido y mi rostro lucía apagado. Lo único que podía animarme era Lucifer jugando con mi oscuro cabello.

Lo tenía decidido, me quedaría en casa hasta la noche. No me apetecía absolutamente nada. Solamente quería creer que lo que Jota me había explicado era un sueño. Pero no estaba logrando despertarme.

La luna, las estrellas y el cielo azul oscuro aparecieron. Salí de casa para irme a Surreal Realm, aunque era lo que menos me apetecía.

Llegué e hice mi rutina de siempre. Al estar preparada, salí a darlo todo.

Dolor en privado.
Sanar en silencio.
Brillar en público.

Esas palabras se repetían constantemente en mi cabeza.

Escapism de Raye sonaba de fondo. Las jaulas del antro estaban desocupadas. Aproveché para utilizarlas al ritmo de la canción. Tenía rabia dentro, así que tenía que desquitarme. Bailar me ayudaría de eso. Dinero caía como lluvia del cielo. Pero eso ya no me importó como tal. Simplemente quería olvidarme de toda esa mierda del misterioso Señor Jota.

Me dejé llevar completamente. Hacía acrobacias dentro de aquel compartimento, pero sin dejar mi seductor encanto a parte. La canción concluyó, por lo tanto, mi improvisado espectáculo también. Todos aplaudían, incluso Roko, que estaba allí no sé qué haciendo. Pero no iba a perdonar sus estúpidas palabras de aquella noche. No porque me hubieran afectado, en absoluto, simplemente me gusta joderlo.

Los aplausos acabaron, pero unas manos seguían chocando. Aquel enmascarado hombre se acercó a mí a paso lento.

-Muy buen espectáculo, muñeca.-Comenzó a hablar Jota.

-No me dirijas la palabra, y menos cuando esté en mi horario laboral.-Me dispuse a irme, pero él me agarró el hombro cuidadosamente.

-Tenemos que hablar.-Me miró fijamente a los ojos.

-Tú, el idiota que tiene una máscara de Belzebú en la puta cara, apártate de mi Amapolita.-Roko soltó cabreado.

-Perdona, ¿y tú eres...?-Entrecerró los ojos el chico.

-¿No te dije que te fueras de aquí?-Dije con enfado a Roko.

-¿Te defiendo y esto es lo que recibo?-Rió irónicamente.

-El que me insultó la otra noche fuiste tú, imbécil.-Me encaré contra él.

-Y lo sigo manteniendo, zorra amargada.-Sonrió con maldad.

No me aguanté más y mis tacones acabaron en sus testículos. Qué lástima. Él pegó un chillido de dolor y se tiró al suelo mientras me maldecía de todas las maneras posibles. Lo dejé allí, mientras todos se burlaban de él y yo caminé hacia otro lado. Se lo merecía.

-Probablemente le hayas dejado estéril.-Soltó una corta risa el chico con máscara de diablo.
-Dime, ¿Quién era?-Cuestionó curioso.

-No te interesa.-Respondí molesta.

-¿Por qué te llamó "Amapolita"?-Se acercó más a mí.
-¿A caso es tu flor favorita?-Susurró cerca de mi rostro.

-No intentes ser amable, no te sale.-Sonreí con sarcasmo.

-No lo intento.-Sonrió.
-Anda, sígueme, tengo que informarte.-Ordenó. Seguí sus pasos sin protestar, no quería más conflictos. Entramos a la misma habitación de siempre y escogimos asiento.

-Bueno, Vinyl, quería decirte que ya podemos decirte la fecha para la misión donde tienes que ayudarme.-Me guiñó un ojo.

-Adelante.-Esperé una respuesta de su parte.

-Antes de nada, quiero decirte que no vas a poder joder mi plan. Tengo la mejor seguridad y una jovencita como tú no va a poder con todo un equipo. Por favor, no me hagas cometer locuras.-Hizo un puchero irónico. No respondí, dejé que hablara.
-Lo único que tendrás que hacer es seducir a un pez gordo de una mafia.-Comentó como si fuera lo más sencillo del mundo.

-¿Disculpa?-Protesté asombrada.

-Disculpada. El nombre de este es Burton Briony, un magnate multimillonario. Me debe dinero. Él cree que estamos en buenos términos y que sus deudas han sido perdonadas por mí, pero no sabe lo que le espera. Lo único que debes hacer es seducirlo para llegar a su cuarto y robarle una llave.-Y otra vez estaba comportándose como si lo que me estaba explicando fuera una cosa cotidiana.

-¿Y por qué tengo que robarlo yo? Manda a alguien de tu equipo y ya está.-Hablé con obviedad.

-Pero es que para eso tú eres mi ayudante, ¿Cierto?- Sonrió con picardía y yo exhalé angustiada.
-Así me gusta, muñeca, poco a poco ya lo vas aceptando.-Me volvió a guiñar el ojo y caminó para agarrar más Martini.

-Jota.-Lo llamé.

-Señor.-Rectificó.

-Señor.-Yo repetí rodando los ojos.

-¿Sí, querida?-Se giró para verme.

-¿Cuándo será esa estúpida misión tan importante?-Pregunté con los brazos cruzados.

-Oh, sí, claro.-Tragó su bebida.
-Mañana.-Dejó el vaso en la mesa.

-Me dijo que me avisaría con antelación.-Reclamé disgustada.

-Y eso he hecho.-Se encogió de hombros.

-¿Un día es con antelación?-Ironicé.

-Sí.-Afirmó seguro.
-Y si te molesta algo más de mí, habla con tu jefe. Ah no, espera, soy yo.-Abrió los ojos con una sorpresa fingida.

-No, es Lorvil.-Dije seria y él rió.

-Claro, claro... Pregúntale a Lorvil quien paga la existencia de Surreal Realm. Te sorprenderá la respuesta.-Salió de la sala dejándome allí en soledad.

No estaba procesando correctamente todo lo que estaba pasando en mi vida. ¿A caso esto me estaba pasando de verdad?

Sí, Vinyl, todo esto es real.

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¡Heyy!

La obra de hoy es "Rosa Meditativa" del pintor surrealista Salvador Dalí.

No olvides tu estrellita y tu comentario ;))

Nos vemos pronto👀

Muchos besos💋