La tormenta había caído y el animo de Elizabeth no cambiaba, podía notar como el rumor se esparció por todo el colegio y como su primo salía afectado. Todo era una mierda y necesitaba huir un momento, necesitaba estar sola, pero no en el castillo, las veces que se lo permitieron, porque se quedaría en la sala común había salido lastimada y no sabía con que clase de magia la habían lastimado, pero no parecía que las cicatrices fueran a salir.
Así que cuando iba saliendo de su clase de pociones y visualizo a los de cuarto año de Gryffindor esperando por su propia clase. Se acerco a Angelina.
— Hola –saludo a la chica y en forma general a sus compañeros y amigos que estaban junto a ella– Angelina, esperaba saber, si es que me podrías prestar tu escoba como hace un año. Por favor.
— Por supuesto –respondió la chica sin tener que pensarlo– un vuelo será bueno para distraer tu mente de todo esto.
— Gracias –y le entrego una sonrisa.
— Aparte el quit que me diste en agradecimiento es de los mejores, creo que hasta la escoba esta mejor que el año anterior –a la rubia le agrada la forma en que lo dijo, le saco una sonrisa– iré por ella y te la entregaré en el almuerzo.
— Esta bien –agradeció y se marchó de ahí despidiéndose de forma general.
Sabía que sus amigos no eran fan de las escobas y los dos que lo eran, no tenían una propia. Salvo por Reggie, que la acompaño hasta el campo de Quidditch. Winifred iba en su bolso, con mantas y protegida.
— ¿Me dejarías volar sola? –cuestiono luego de pasar una hora volando junto a él y haciendo lanzamientos libres– quiero ir a una isla, pero su ubicación es secreta.
— Te esperaré aquí –fue todo lo que dijo– no me dejes esperando hasta muy tarde. Mi bebé no puede tener un padre muerto por hipotermia.
Ella sabía que ninguno de sus amigos dejaría que Harry se le acerca, había costado todo el desayuno para que dejaran que Delphi pudiera cambiar unas castas palabras con ella.
Si ella estaba abrumada, podía imaginar a Harry y confiando en su desaparición en la última clase que ellos compartían, esperaba encontrarlo en la colina que él le había enseñado...
Harry
Era inútil, y absurdo. Yo no era el heredero de Slytherin, y aunque mis amigos lo supieran actuaban de forma rara desde que ayer en la tarde hablé una lengua que ni sabía que podía hablar. Busque a Justin, pensando que sería más sencillo de encontrar y poder hablar. Desde la cena de ayer que era obvio que los amigos de Bethie no me iban a permitir acercarme, eran grandes idiotas, que creían saber que era mejor para ella. Pero yo había crecido junto a ella y podía notar como la apagaban, tratarla tanto como una bola de cristal cristalizada, en peligro que se terminara derramando, la estaban hostigando y matando. Era ver como una flor se marchitaba, no le agradaba esa imagen y sabía bien que desde Octubre algo andaba mal con ella. O con la gente que la rodeaba.
Sus pensamientos acompañados del clima oscuro y sombrío fueron interrumpidos por una conversación que deseaba no haber escuchado... Ni podía recordar el porque había decidido formar su búsqueda camino a la biblioteca. Quizás porque se estaba dando por vencido y quería conversar con Hermione.
—Así que —decía un muchacho corpulento— le dije a Justin que se ocultara en nuestro dormitorio. Quiero decir que si Potter lo ha señalado como su próxima víctima, es mejor que se deje ver poco durante una temporada. Por supuesto, Justin se temía que algo así pudiera ocurrir desde que se le escapó decirle a Potter que era de familia muggle. Lo que Justin le dijo exactamente es que le habían reservado plaza en Eton. No es el mejor comentario que se le puede hacer al heredero de Slytherin, ¿verdad?
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Prima Dursley ~Harry Potter~
FanfictionPetunia siempre soñó con tener una hija, comprarle vestidos y hacerle peinados delicados y elegantes. Soñaba tener la niña más linda de la calle. Esa niña que una siempre uno giraba a ver en la escuela, la niña dulce y amable que toda madre ponía d...