Prima Dursley ~Harry Potter~

días previos

20 días previos al final del verano

 Había creído la joven serpiente que estaría libre para ver a sus amigos. Desafortunadamente la magia de su primo la sorprendió tanto y se asunto de poder sentir su magia, poder detectar la magia que la estaba rodeando en ese momento, por lo que podría causar la furia de su primo, que se hiperventilo, y en una bocanada de aire una perla del collar reventado de su tía Marge como quaffle atino el aro ganando 10 puntos y llevándola directo al hospital. Así que... 

17 días previos al final del verano

La rubia serpiente despertó en su cama de hospital cansada, al borde de la muerte otra vez. ¿Es que acaso Hogwarts no la quería?, su garganta dolía, pero no estaba conectada a cosas raras, por lo que definió que debía encontrarse bien. Dudley estaba junto a ella, en una silla recostado sobre su camilla, una de sus manos apretaba la sabana de la camilla donde ella estaba. Se acordó al final de primer año cuando Harry trato de salvar la piedra y quedo inconsciente. Ella se quedo junto a él. Su hermano se quedo con ella, pero ¿y las buenas madres, dónde estaba Petunia?

—Dudley — movió ella a su hermano con cuidado y susurrando, no podía ver con claridad la hora en el reloj de pared—Duddy.

— Eli — murmuro una voz de chica desde el otro lado, en un sillón—  Elizabeth — exclamo feliz la voz—  Despierta Dudley.

— ¿Daphne? —  y atrás de ella aparecía Mónica—  Chicas, pero qué hacen aquí — comento feliz .

— Te llamamos por el espejo y cuando no paso nada, llamé a tu casa — habló la morena—  contestó tú mamá y me contó que llevabas un día inconsciente en este hospital, le escribía a esta rubia fea y vinimos a quedarnos. 

— Son las cinco de la mañana —   comento la de ojos café— Dudley leyó hasta las doce, dice que amas ese libro de Narnia y la bruja blanca.

— Narnia, el león, la bruja y el armario — murmuro Dudley corrigiendo—  que bueno que estas viva Liz, me asustaste —  y se volvió a acomodar para seguir durmiendo, ahora lo acompañaban ronquidos.

— Encantador — murmuro Moony—   Nos daba miedo que no volvieras a querer hablar.

Daphne le dio un codazo horrible a la morena que se quejo, eran situaciones muy diferentes.

— ¿Mencionaste que llevo un día inconsciente?

—  Bueno ya fueron casi tres — respondió Daphne —  creo que eso significa que mi cumpleaños terminó.

— Mierda — se quejo la rubia de la camilla—  lamento no haber estado en el cumpleaños de ninguna.

 Mónica le dio una dulce sonrisa comprendiendo que su amiga trataba de sobrevivir el trauma más grande de su vida a su manera, en soledad.

— Nos alegra que te arrepientas — mencionó Daphne—  pero más nos alegra que estés bien. 

¿Estar bien, de verdad ella podía estar bien?

15 días para el fin del verano

Elizabeth regresó a su casa la tarde a la que despertó, como en primer año, despertó en compañía, pero ya no eran dos jóvenes de sexto año, no, fue su hermano y sus mejores amigas. En su mesa de reposo había un cómic, como esa primera ocasión, Raúl, y una barra de chocolate, Tommy.

Tobby fue a verla esa tarde, estaban sentados en la entrada de su casa cuando apareció un auto negro y lujoso, brillante, de donde se bajo Jade.

— Hola — saludó y ella se fijo en el ramito de flores que traía con él. La mirada de Jade se quedo en ella, paseando a ver a Tobby, quien se rio y despidió dejándolos solos—  me enteré lo del hospital.