Prima Dursley ~Harry Potter~

Esto será divertido

Decir que Elizabeth está comenzando a experimentar el miedo era poco, estaba preocupada, asustada y aterrada de no correr con suerte.

La mañana de Domingo, que brindaba al fin un sol de invierno radiante, no podía sentirla, por su cabeza era seguir en una abrumadora tormenta de lluvia que golpeaba.

Seguía acostada en su cama, con los ojos abiertos. Se aferraba a las sábanas, pero a diferencia de otra veces el sueño no llegaba a ella.

El recuerdo de anoche no la hubiera dejado dormir, sino fuera que al poco rato de haber llevado a Colín, uno de los adultos percibió que la rubia media castaña estaba despierta.

Dumbledore, como siempre que percibía que alguien podía ser de utilidad, jugo sus cartas. Le preguntó abiertamente si es que tenía preguntas o quería saber algo.

Ella preguntó porque bajo por chocolate caliente. Y si es que lo hacía a menudo... el director parecía divertido con su pregunta. Conociendo a los Slytherin que no les gustaba aparentar cuando estaban aterrados.

Madam Pomfrey la había mandado a dormir, pero ella había dicho que como había dormido desde que terminó el partido, había despertado al irse el sueño. McGonagall dijo que no podía quedarse despierta vagando en la oscuridad, mucho menos después de lo ocurrido, pero por su experiencia de jóvenes alumnos que decían que no harían tales cosas y luego andaban merodeando por los pasillos... sugirió que le dieran una pócima para dormir. Y así fue, aunque ella en realidad no quería salir a merodear por los pasillos.

Sintió cuando su primo despertó, porque la enfermera había corrido hacía él, para atenderlo... Elisabeth no se inmutó, hasta que tres personas cruzaron por las puertas de la enfermería. Dos morenas y una rubia caminaban con una sonrisa hasta su cama con las cortinas abiertas. No supo si sus facciones habían cambiado al ver su cara o porque ya sabían lo que había ocurrido y ver la camilla con persianas cerradas era la respuesta de sí el rumor era o no era verdadero.

— Hola – susurro ligero desde su posición acostada. Cuando Mónica se sentó en la camilla por la altura de su cadera se incorporó y la abrazo.
Recibió un abrazo fuerte y el hundimiento de cabeza de la morena. Podía sentir el olfatear de su amiga.

No necesitaba preguntar, el "me alegra que estés bien" de Daphne le respondió.

— Solo quería ver si ya te habías recuperado – mencionó la menor– fuiste muy buena y agradable. No sentí correcto....

— Ignorar el hecho de que si estaba muerta – la había interrumpido. Elizabeth había estado durmiendo cuando Delphi había sido dada de alta. Ya casi comenzaba el toque de queda, pero la chica estaba bien y sana. Sus horas de vigilancia habían concluido y cuando Pomfrey le preguntó si prefería quedarse ella se había negado. Por lo que cuando despertó y escuchó el rumor...

El miedo la había invadido, dejó a Luna que feliz desayunaba pudín. Y en el camino se topo con Daphne y Mónica.

La primera había escuchado el rumor en la sala común,  la segunda durante el desayuno, dejando a su novio en la mesa medio adormilado. Se habían juntado en el inicio de las escaleras que daban a las mazmorras y se encaminaron a la enfermería, en ese camino se toparon con Lestrange y Daphne la saludo y cuestionó cuando había salido de la enfermería.

— Yo sólo me fui un poco antes del toque.

— Tranquila – la rubia frunció un poco el ceño, no esperaba que alguien criada con Malfoy y sus padres, pudiera preocuparse por ella– si hubiera pasado, no te afectaría.

— Claro que sí – recriminó – has sido amable conmigo desde la cena de bienvenida, cuando me guiaste a mi clase de historia y nos contabas que pasadizo era mejor para llegar a cualquier clase, cuando guiaste por la biblioteca o ayer simplemente. – y bajo un poco su tono y calmó su respiración – Hogwarts es horrible, mis compañeras en su mayoría temen cuando entro al baño y ven mis piernas. Tú, fuera de mi familia. Eres la única amable persona que he conocido. Claro está Luna, quien adoro. Pero es tan soñadora que no se si soy parte de una fantasía suya, aparte le gusta su espacio y ser más individual que grupal.