Se acerca el fin

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Para este momento ya deben de saber que  hay varios cambios en la historia.

Cuando entro a su habitación y Daphne y su hermana decidieron que iban a dormir en la misma cama, junto a ella. Ese acto realizó que pudiera dormir sin temor, y cuando despertó, pudo respirar con calma. 

Comentó lo que haría con las hermanas Greengrass, y ellas solo le aconsejaron que fuera con cuidado.

Mayo podía terminar la siguiente semana y los exámenes estarían cerca, su fin darían las vacaciones. Podría salir viva si no hiciera nada, pero hacer algo, podría detener la pesadilla y evitar que continuara.

Al llegar al comedor, Harry y su amigo aún no bajaban, pero si la pelirroja de primer año.

— Hola –saludó con una tímida sonrisa la rubia– ¿Eres Ginny, verdad? Harry me ha contado de ti.

Aunque la pelirroja la miró temerosa y con miedo, como en la cena de anoche... su actitud cambio.

— Harry, habló de mi –susurro sin creerlo– ¿Contigo?

— Somos primos –respondió– ¿Desayunas conmigo? Es raro sentarse en la mesa de Gryffindor sin que algún otro león este junto a ti comiendo.

La pelirroja miró hacía la dirección donde estaban sus hermanos mayores, ellos estaban con amigos y ella había estado muy pegado a sus hermanos. Y tenía algo de responsabilidad ante la ausencia de la rubia que ahora le hablaba.

— Claro –tomó lugar frente a ella– fue muy valiente que volvieras.

— Al parecer si –comentó– porque entre algo muy valiente se encuentra la delgada línea a que sea un acto muy estúpido.

La pelirroja agacho la cabeza y tomó la jarra de jugo, cuando ambas ya estaban desayunando en silencio y visualizo la llegada de su primo junto al hermano de la chica, Elizabeth le susurro a Ginny.

— Te disculpo, no te preocupes –y con la espalda recta agrego– espero tu puedas disculparme a mí por lo que haré ahora.

La pelirroja no tuvo tiempo de reaccionar más que verla con desconfianza cuando su hermano y Harry Potter se sentaron con ellas.

— Aquí tienen a la responsable que abrió la cámara de los secretos y mató los gallos de Hagrid –La reacción de los chicos era de esperarse, de negativa y de estupefacción, pero la cara blanca de la pelirroja exhibía más sus ojos acuosos e inyectándose en sangre  – manipulada por magia oscura y liberada, creo, por el robo del artefacto. Creo que los detalles no son del todo mi conocimiento. Solo se que es otra victima más, claro, que con el privilegio de ser Sangre pura y por ende, sobreviviente. No una petrificada.

Los chicos se quedaron callados y Ginny comenzó a sollozar, logrando que sus hermanos mayores se acercaran.

— Si me disculpan, –mencionó limpiándose la boca – he terminado de desayunar y creo que esto es ahora asunto familiar. Solo traten de guardan la discreción.

Y la rubia castaña se dirigió a refugiarse a la mesa de las águilas. Sentada entre Raúl y Tomás, con Delphi, llegando y sentándose frente a ella.

— ¿Y bien? –cuestiono– me contarás como tramas tu funeral.

Elizabeth respondió con su respiración pesada.

— Solo si me dejas dormir contigo en la torre de las águilas.

— Sería descuidado ayudarte a cavar tu propia tumba, dejarte volver al nido de las serpientes es algo suicida– y la pelinegra niña le entrego una sonrisa– me alegra saber que no eres una cobarde.

Prima Dursley ~Harry Potter~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora