Prima Dursley ~Harry Potter~

Enferma y muchas cartas

Elizabeth había logrado su objetivo, justo a tiempo para el tres de Enero que debía de ir a tomar el tren de regreso, había despertado con fiebre y dolor de cabeza, su nariz tapada. Estaba fatal, y el viaje a la estación, fue cambiado por un viaje al hospital. ahí le dieron suero para hidratarse, paracetamol a la vena y bajaron su fiebre.

Se fue a la casa, y para su suerte, un compañero de Dudley había asistido a clase contagiado de peste cristal. El chico queriendo faltar, se unto con este, hasta que a los días logró contagiarse, solo basto estar dos días con su hermana que salía del resfrió, para contagiarla. 

Enero, al fin y al cabo, había sido un mes donde había pasado resfriada. Pero había logrado conversar con su madre, un día que le llevaba la sopa en horario de almuerzo.

— No volveré –le dijo– a Hogwarts, he conseguido un permiso para estudiar en casa, iré donde la mamá de un amigo que me enseñará. Podría ir al colegio público donde han puesto al hijo del señor Mason.

— ¿No volverás? – se extraño– no me agrada que puedas hacer magia acá. Regresarás, no necesitamos extrañezas acá. Aparte tu padre podría descubrir tu monstruosidad. No.

El corazón de la chica se estrujo y quedaba como una pasa.

Dudley, desde el otro lado podía escuchar la conversación, él regresaba al día siguiente al colegio y con una idea metida en la cabeza, lo ejercería.

Elizabeth Diana:

Es que sigo terrible de furioso contigo, eso de no regresar al castillo esta terrible. Podíamos buscar una solución, dicen que Granger a caído en la enfermería, pero al parecer ha salido mal una travesura de Navidad.

Me da risa que mientras te buscaba sin parar, resultará que en tu intentos de no venir te enfermarás... toma sopa y te llamaré por el espejo de Daphne.

Tengo muchas cosas que contarte que no puedo hacerlo por carta. Me emociona tanto que la letra queda intangible, por eso debo decirlo en palabra al aire.

Con cariño, tu chico ravenclaw.

Liz:

¿Cómo se encentra la chica enferma? 

No te mentiré, la morena de mi casa, parece rota por tu pequeña traición, aunque quizás tenga que ver la pelea con  su primo. Por otra lado, nuestra morena ya esta planeando el ir a invadir tu casa para semana santa, faltan casi tres meses para eso. Pero ya te advierto.

Por mi cuenta todo esta bien, fue muy raro tu ausencia, y se extraña tu melena. Te he guardado los apuntes de las clases, si es que llegas a necesitarlos. Quizás haga una copia y así te los envió.

No se puede perder la tradición ¿verdad?

Te extraña, Raúl.

Dudley había logrado que lo expulsaran, sus padres estaban furiosos, pero estaban tan concentrados en ese tema, que por dos semanas logro ir sin problema donde la mamá de Tobby para poder aprender y no retrasarse con sus estudios mágicos. Febrero comenzaba en unos días y la señora Burke le enseñaba a transformar a su gato en un baúl.

— ¿Esta segura que Winnifred, no sufre? –la mujer negó, mientras anotaba algo en el pizarrón– me ve con cara de odio, después de las practicas.

— Es normal en os gatos, siempre traen esa cara –la maestra detallaba una pócima en la pizarra– terminado transformaciones, tendremos un receso de quince minutos y vamos con pociones.