Lalisa Manobal siempre estuvo encerrada entre cuatro u ocho paredes. Ha sido o niña consentida desde que tiene memoria, y llega a un punto en el cual es agotador.
Eso le ocurrió a ella, cansada de siempre ser la (casi) princesa sin tener nada que ha...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
˚₊· ͟͟͞͞➳❥
Si pusieran demandas por pensar en una persona, yo quizás estuviera ardiendo en el infierno. Mi día se desarrollaba en pensar en Jisoo, aunque visité tiendas con Lisa, ya sea de ropa o celulares por obvias cosas que necesitábamos, esto ya no era suficiente distracción para mi cabeza.
Últimamente me sentía más cabizbaja, como si el hecho de pensar en ella y en aquel beso, no hiciera sino trastornarme o quizás, volverme más loca.
Yo la besé.
Pero se que ella también lo quiso, me correspondió, no la forcé a hacerlo. O quizás es mi cabeza que no para de atormentarme por aquello.
Suspirar y seguir mi día. Conocer más lugares con Lisa, y aquella le había pedido a Juyeon que no le informara a Jennie sobre nada. Debido a que, hubo una pelea entre ellas. Yo no parecía ser la única que tenía un disgusto con Jisoo.
A veces me pregunto, ¿serán pruebas del destino?
Nada es como Dussuton, eso es más que obvio, tampoco espero que lo sea. San Francisco era diferente en todo el sentido de la palabra y a veces me sentía tan abrumada, que dejaba a Lisa en el hotel o compartiendo con Juyeon y venía a este lugar.
A un parque que estaba a poco caminar del hotel. Me sentaba en ese banco, y admiraba el atardecer, era lindo y me daba inspiración junto a la brisa que soplaba. Estaba segura de que, nada me haría mejor, que el aire libre.
Pensar y recibir ese soplo de inspiración en mi alma.
La vida a veces me parecía muy fuerte o que iba muy rápido.
Me golpeaba duro, y yo había dejado eso de ser masoquista.
Nadie sabía por todo lo que mi cabeza pasaba, podía estar hablando de lo más normal y estar pensando en más de un millón de situaciones o palabras las cuales me siguen afectando a pesar de los años.
O quizás preguntándome si estoy actuando bien o soy muy molestosa para la otra persona.
Analizo sus movimientos, el como sus brazos van de un lado a otro. Como su ceño se frunce ante la molestia o confusión de alguna cosa. O como se pasa el dedo índice por la nariz cuando es interrumpida o simplemente, no sabe como explicar algo; eso es molestia o incomodidad, algo semejante a eso. Quizás en como no se marcan su sonrisa.
Por mas ancha que la intente hacer, porque lo falso se nota a kilometros.
Analizo todo.
Hasta a mí misma.
Y eso me asusta.
—Estás muy solitaria por aquí —escuché una voz conocida. No era Jisoo, pero sí Nayeon. Levanté la mirada y medio sonreí—. ¿Hola?
