✦ʚ14ɞ✦

2.5K 281 21
                                    

˚₊· ͟͟͞͞➳❥

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

˚₊· ͟͟͞͞➳❥

—No se cuanto tiene que pasar, para que se dignen a encontrar a Lisa, mi hija, la princesa —bramó el Rey Manobal por toda la sala de su mansión—. No hay rastros de ella, no se sabe nada de ella.

—Y si se supiera —inició Bang Chan, sentado en el brazo de aquel mueble—, la trajeras a jalones de pelo. Quizás por eso nadie quiere buscarla.

—Mi hija puede estar en peligro. Andrés puede estar a pasos de ella.

—¿Y si no es así, padre? –Bang Chan se colocó de pie—. Y si tu hija solo está viviendo, conociendo a personas, enamorándose de personas las cuales sí valen la pena. Y tú aquí, queriendo joderle la felicidad. ¡Porque eres un puto egoísta!

—¡No le hables así a tu padre! —la reina Manobal se puso de pie, dando un golpe con sus tacones—. No es justo, él sólo se preocupa por ustedes.

Bang Chan se mofó, —¿Preocuparse?, están dementes, eso se llama controlar a alguien hasta el punto que no soporte más sus reclamos, sus imposiciones, sus malditas reglas. Lisa estaba harta del reino y yo también.

—¡Perfecto, porque sabemos perfectamente que te acuestas con la novia de Scott. Con Irina! —gritó el Rey Manobal, cuasando un estremecimiento por la nuca de Bang Chan. Su cuerpo se tensó y tuvo que apretar los dientes para no romper todo y mandarlo a la mierda—. Sabes que eso es condena para toda mujer o para todo hombre.

—A ustedes no les importa mi vida íntima—empleó un tono bajo pero seguro—. Es mi vida, e Irina no es mala mujer.

—¡Es una mujer la cual tiene pareja, por si no sabías, Scott va muy en serio con ella!

—Scott es un gilipollas. A mí quien me importa es Irina, no Scott —declaró—. No veo que tenga de malo que disfrute de mi vida.

—Puedes disfrutar —el Rey Manobal dio un paso al frente—. Pero no con ella.

Chan miró a su madre, —¿Tú no le vas a decir nada?, por Dios, si es que hasta parece que estás de adorno, no dices nunca nada, no hablas, como si te estuviera manipulando.

—¡A nosotros nos respetas! —vociferó el Rey Manobal—. Yo a tu madre la quiero, y ella es la Reina, no pongas cosas donde no van para tapar tu mierdero, Chan. Sé un hombre por una vez en tu vida y asume tus consecuencias. Sabes que si te atreves a estar con alguien que no pertenezca a nuestro reino o clase social, es mejor que abandones todo.

—Espera, ¿si estoy con alguien más que no sea quien tú quieres, me dejas sin nada?

Aquel asintió, —Y tienes la entrada prohibida a este reino. Son las reglas y las respetas.

—¿Saben?, creo que es mi momento de dejar esta conversación hasta aquí, con permiso, Reyes.

Bang Chan se sentía frustrado, estaba a punto de romper una pared con su puño. La impotencia se lo estaba comiendo y la cobardía también.

Una Princesa En Apuros. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora