Capítulo 3: Encantado de conocerte.

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Kim Tae-Pyung siempre fue un hombre serio, de modales controlados y actitud recta. Por el contrario, Jeon Jung-Suk era volátil, burlista, mucho más relajado, sin embargo, dos de los empresarios más poderosos de Corea del Sur se deshacían de amor frente a sus cuatro nietos, productos del amor inmarcesible entre Taehyung y Jungkook.

Definitivamente no se agradaban y jamás lo harían, no obstante, podían convivir en el mismo lugar durante algunas horas al día si es que de la felicidad de sus nietos se trataba, justo como en ese momento, celebrando el décimo cumpleaños de JeongSan y SunHee, los adorados gemelos que volvían a todos locos.

El matrimonio Kim-Jeon optó por hacerles una fiesta "modesta" en el jardín de la mansión donde residían, solo algunos cuántos niños allegados a los gemelos y sus padres, al fin y al cabo, era una fiesta infantil fuera de cualquier etiqueta protocolaria.

Instalaron juegos inflables puesto que los niños los adoraban, una pista de "go kart", un pastel de chocolate enorme, así como pizza, hamburguesas, refresco, helado, palomitas, un menú interminable de golosinas y cosas para nada sanas pero que a los gemelos les encantaban.

Todos estaban felices celebrando, incluso contrataron personal para cuidar de todos los niños mientras los adultos comían o charlaban con otros padres. SunHee y JeongSan se encontraban en el área de la piscina pues el clima era deliciosamente cálido esa tarde, Hyo-Ri estaba sentado con su abuela Sana platicando.

Jungkook ya iba por su quinto helado, no se despegaba de la máquina expendedora y Taehyung lo miraba como si no lo reconociera.

—¿No te da asco tanto dulce? —inquirió con una pequeña mueca de desagrado, Jungkook sonrió y le dio otra lamida a su helado.

—Durante muchos años he probado algo mucho más dulce como el sabor de tus labios, así que esto puedo soportarlo, osito —se acercó a su esposo y dejó un rápido beso que a Taehyung le supo a chocolate.

Los dos sonrieron porque Jungkook era todo un caso.

—Siempre tienes las palabras correctas —pronunció el doncel relamiendo sus labios, había quedado un rastro de dulce.

—Es un embaucador, no le creas nada, Tata —expresó Jimin cuando llegó hasta su mejor amigo, cargando con Tae-Moo muy sonriente entre sus brazos, ellos se adoraban.

—¿Qué es eso que dijo el tío Mimi? —preguntó el menor, extendiéndo sus brazos hacia Taehyung para que lo cargara, por lo que el rubio se lo pasó de inmediato a su mejor amigo.

—¿Embaucador? —Jimin y Jungkook se retaban con la mirada, esos dos nunca cambiarían pues se molestaban cada que podían.

—Es alguien que se aprovecha de la inocencia de un alma buena como la de tu papi Tae...—Jungkook comenzó a reír ironicamente ante el comentario.

—¿Inocente? Já... no tengo por qué explicarte frente a nuestro bichito, pero Taehyung de inocente no tiene...

—¿Yoongi aún no llega? —rápidamente Taehyung interrumpió lo que fuera a decir su marido, no quería que Tae-Moo escuchara el rumbo que seguramente tomaría la conversación entre esos dos.

Jimin sonrió pícaro a su soulmate, aún así decidió cortar el tema ahí y responder.

—Me dijo está en la entrada estacionando el auto —miró por encima del hombro de Taehyung y notó que su esposo iba llegando al jardín junto a su hijo—. Oh mira, hablando del rey de Roma, ahí viene.

Taehyung y Jungkook voltearon en dirección a donde miraba Jimin, topándose con Yoongi y Dakho entrando al lugar. Jungkook pensó que el menor de los Min lucía mucho más grande que su Hyo-Ri, el chiquillo se estaba desarrollando demasiado rápido para su gusto.

I Still Want You (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora