Capítulo 12: La noche del Louvre.

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El viaje a Francia llegó más rápido de lo que el matrimonio Kim hubiera pensado, afortunadamente Taehyung pudo seguir el consejo de su madre y acomodar su agenda de modo de que él y los niños pudieran viajar para acompañar a Jungkook a ese importante evento donde reconocerían el trabajo artístico de JVante y su influencia en el mundo moderno.

Llegaron unos días antes en el jet privado de la familia Kim para recorrer algunos lugares de Francia con los niños, quienes dividían parte de su tiempo entre ir a turistear con sus padres y también recibir horas de clases particulares de sus maestros en línea para que no perdieran el hilo de sus actividades escolares, puesto que el matrimonio había solicitado un permiso de dos semanas en el Colegio de sus hijos.

Visitaron la Riviera francesa, donde se hospedaron en una hermosa casona a la orilla de la playa en la ciudad de Niza. Los niños jugaron en las olas e hicieron castillos de arena, el clima se prestaba para que ellos disfrutaran de la fresca brisa del mar. Recorrieron Carcasona y se impresionaron con los magníficos castillos y la estructura de la ciudad medieval, incluso Jungkook y Taehyung degustaron de exquisitos vinos en los viñedos de la región.

En Burdeos los niños pudieron practicar un poco su francés cuando salieron a recorrer la ciudad y hablar con los citadinos, por supuesto, al ser el mayor, Hyo-Ri era más fluido pues él ya estaba en un nivel avanzado en su escuela a comparación de sus hermanos menores. Taehyung podía hablarlo a la perfección y había ciertas cosas que aún tenía que traducir para Jungkook, el fuerte de su marido sin duda era el italiano, lo descubrió hace algunos años atrás durante su magnífica luna de miel.

Visitaron los Castillos de Loira y el famoso Palacio de Versalles, así como la torre Eiffel donde se sacaron fotos familiares. Antes ya habían viajado con los niños a Francia, pero por sus obligaciones casi nunca se daban el tiempo de recorrerlo de la manera en que lo hicieron en este viaje, aunado a que ellos ya eran más grandes, podían apreciar todo con mayor detalle.

Tae-Moo se encargaba de tomar cientos de fotos de todo lo que veía y mandarlas a sus abuelos para que vieran todo lo que hacía, Ji-Eun y Tae-Pyung estaban encantados con el menor.

El pelinegro les explicaba la historia de uno que otro monumento o castillo antiguo, así como de las obras cuando llegaban a entrar a los vastos museos que había por todo Francia. Jungkook amaba el arte, la historia y la literatura mientras se tratara de temas relacionados a la pintura.

Taehyung lo amaba a él, aún se sorprendía de lo inteligente y apasionado que su azabache tormento era en esos temas, sus ojos brillaban de emoción y los niños parecían maravillarse también cuando su padre les empezaba a explicar a detalle datos que ellos desconocían.

Jungkook convirtió su vida en una obra de arte y Taehyung estaba encantado de poder ser un espectador cercano de esa magnífica proeza.

El artista se sentía feliz de poder disfrutar de esos momentos en familia, todos estaban felices y relajados, esperando ansiosos por el día en que el artista recibiría el reconocimiento del Museo del Louvre, lo cual era todo un honor entre los que se movían en sus círculos sociales. Aun así, eso no era lo más importante para el pelinegro, y aunque se sentía honrado, para él, el mayor premio que la vida podía darle era estar con su doncelito y sus pequeños bichitos.

De esa forma los días transcurrieron rápidamente, y cuando menos lo pensaron, ya estaban de pie en ceremonia de gala del Museo del Louvre, la cual se llevaría a cabo en el día y por la noche había una cena para los invitados de honor, aunque a esta no podían llevar a los niños, por lo que Jungkook y Taehyung llevaron de viaje a la niñera de sus hijos con ellos, al igual que a Dexter que se encargaba de coordinar a los guardias de seguridad que contrataron en Francia.

I Still Want You (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora