Capítulo 22: ¿Qué quieres de mí?

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A la mañana siguiente, Taehyung fue el primero en despertar, susurrándole a su marido entre sueños que no debía de levantarse aún y que durmiera más, ya que ese domingo él se haría cargo del desayuno de los niños, y luego planeaba llevarle su comida a la cama a su azabache tormento.

Jungkook se merecía ese descanso puesto que una noche antes trabajó hasta altas horas en su estudio en casa, mientras esperaba a que Hyo-Ri llegara del baile de invierno para recibirlo. Nada de despedirse con "besito" ni nada de eso, por lo que en cuanto vio llegar a Dexter junto con su bendición y el hijo de los Min, él salió a la puerta para que notaran su presencia y el doncel se apurara a entrar.

Lo que Jungkook no sabía es que dicho "besito" ya había sido dado con anterioridad, y que fue justo por ese motivo que Hyo-Ri se sonrojó en demasía cuando lo vio a lo lejos esperando por él en la entrada de su casa, por lo que solo se despidió de Dakho con una sonrisa mientras movía su mano diciéndole "adiós", para después correr hacia su padre, siendo recibido en sus brazos con un beso cariñoso en la frente.

Luego de ello, Dexter junto al otro guardaespaldas hicieron lo propio y fueron a dejar a Dakho salvo y sano a su casa, por lo que Yoongi les agradeció el gesto, confiaba en los hombres puesto que llevaban años trabajando para los Kim, e incluso uno de ellos ya era un veterano próximo a la jubilación, pero le era difícil retirarse ya que su trabajo era satisfactorio pues había visto a los niños de esa familia nacer y crecer.

Además, los niños Kim y el propio Taehyung estaban muy encariñados con él, al igual que Jungkook y Tae-Pyung que confiaban plenamente. Si Yoongi no mal recordaba le llamaban "Dexter", aunque claro que no era su nombre real ya que, por motivos de seguridad, se lo cambiaban a uno que utilizaban como clave para identificarse entre el equipo de guardaespaldas.

Luego de que Hyo-Ri llegara, el doncel subió a su habitación a acostarse pues le comentó a Jungkook que estaba muy cansado de tanto bailar, por lo que el pelinegro no hizo más preguntas y lo dejó marcharse para que descansara.

La mansión estaba en total calma pues todos sus hijos estaban ya dormidos en sus habitaciones, incluso Taehyung quien dormía cada que tenía oportunidad, por lo que no le importó ir solo a la cama por esa noche. En esa tranquilidad, el artista se dirigió hacia su estudio, donde había estado trabajando en una de sus obras desde que sus suegros se fueron de la mansión y todos se subieron a dormir.

Fue cerca de las tres de la madrugada cuando Taehyung sintió la cama removerse y su cuerpo ser envuelto en un abrazo, por lo que abrió levemente sus ojos y giró un poco la cabeza, topándose con el rostro del pelinegro muy cerca del suyo, por lo que le robó un beso y le susurró que siguiera durmiendo. El doncel no hizo más que relajarse contra su pecho, disfrutando del calor de su esposo y de lo cómodo que era dormir sintiéndose amado y protegido.

Su pancita aún no era tan grande como para estorbarle, por lo que todavía podía disfrutar de dormir de lado, sintiendo cómo Jungkook metía su mano debajo de su pijama y dormía con la palma extendida sobre la misma, como si estuviera cuidando a su bebé. Era encantador, a Taehyung lo derretía de ternura que tuviera esas muestras de afecto con él y su bichito gestante, sentía que poder presenciar a su esposo de esa forma era lo mejor de estar embarazado, así que trataría de grabar cada momento en su memoria pues definitivamente sería el último bebé que tendrían.

Dos semanas atrás Jungkook se había hecho la vasectomía en la clínica, fue un proceso rápido e indoloro, una semana completa estuvo sin hacer ejercicio o actividades físicas tan demandantes, por lo que el sexo estuvo fuera de la ecuación. Se recuperó rápidamente, y luego pudo continuar su vida sin ningún problema, sintiéndose feliz de poder hacerlo por el bien de su esposo.

I Still Want You (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora