Jungkook estaba nervioso, no sabía cómo lo recibirían los niños después del incidente de la tarde anterior. No solo eso, sino después de que les confesara sus faltas hacia su padre cuando eran jóvenes.
Él sabía que eran buenos chicos, así que confiaba en sus nobles corazones para que no lo evadieran o sintieran miedo de él cuando lo vieran llegar a la mansión de sus abuelos Kim. Deseaba que después de su confesión ellos no sintieran rencor hacia él, eso definitivamente le rompería el corazón.
Él intentaba ser el mejor padre posible para los niños, era el mediador cuando Taehyung los regañaba por cualquier travesura que hicieran las creaturas. Tenía que reconocer que en muchas ocasiones era demasiado blando con ellos, así que todavía no lograba entender por qué había reacionado de esa pésima manera ante lo que hizo Tae-Moo.
Obvio tendría problemas por no poder cumplir a tiempo con esa entrega, pero tampoco era el fin del mundo, la noche anterior se puso en contacto personalmente con su cliente, se disculpó por la falta de profesionalismo y acordaron que JVante otorgaría una generosa recompesa por la demora ya que volvería a hacer la obra desde cero.
Prácticamente ya no ganaría nada mas que un cliente satisfecho, pero tenía que ser responsable por el error de su hijo.
Tae-Moo solo tenía seis años de edad, era un niño y sabía que no lo había hecho con malicia pues a su corta edad era quien más tiempo pasaba aprendiendo sobre arte en el estudio, claramente a partir de ahora establecería más límites para que no sucediera otro incidente como ese, pero todo tenía solución y él estaría bien mientras su familia estuviera unida. Eran un equipo.
Su madre una vez le dijo que todos los padres cometían errores y que ni él ni Taehyung estarían excentos de ello por más que intentaran siempre hacer las cosas bien.
En aquel momento no lo entendió por completo, pensó que Sana estaba equivocada pues su esposo y él tenían la suficiente madurez mental y emocional como para no cometer esa clase de errores con sus hijos, ahora se daba cuenta de que la vida no funciona así y que por más que lo intentes, hay ocasiones en la que a uno lo sobrepasan los problemas.
Recordó que ella siempre intentaba hacerlo sentir mejor dándole alguna de sus golosinas favoritas cuando estaba triste, fue por ello que decidió pasar rápidamente a la tienda de conveniencia antes de llegar a la mansión, por lo que ahora se encontraba con una canasta llena de los dulces, frituras y snacks favoritos de sus pequeños amores.
Cada uno tenía gustos particulares, gustos que él y Taehyung conocían a la perfección pues sin importar que recibieran ayuda por parte del personal de servicio para cuidar de sus hijos, ellos se encargaban de estar al pendiente en todo sentido pues eran sus padres.
—¿Crees que les gusten estos huevitos de chocolate? —preguntó Taehyung enseñándole un empaque que sostenía en las manos—, según esto traen un muñeco armable de príncipes y princesas, los mantendrá entretenidos un rato.
Jungkook analizó el empaque y sonrió con dulzura hacia el doncel.
—Ya no creo que a Hyo-Ri le gusten esas cosas, amor... —respondió el pelinegro mientras terminaba de echar los ramens instantáneos que llevaría a la mansión pues sus suegros no solían comer ese tipo de alimentos, eran muy sofisticados para eso—. Ya es prácticamente un adolescente nuestro bebé, seguro solo querrá el chocolate, eso si no sale con que "le saldrá acné" si lo come o algo por el estilo, ya sabes lo mucho que se cuida la piel últimamente. No entiendo el por qué si es precioso como tú, tiene tu belleza natural.
Taehyung le dedicó una mirada cómplice y una pequeña sonrisa cohibida.
—Él sabe que es precioso —aseguró—. Además, ambos sabemos que últimamente se cuida tanto porque el baile de invierno está cerca, quiere verse muy bonito y es comprensible pues será como "su primera cita".
ESTÁS LEYENDO
I Still Want You (KOOKV/KOOKTAE)
FanfictionLa primera vez que Jeon Jungkook miró la hermosa sonrisa cuadrada de Kim Taehyung, jamás se imaginó la manera tan significativa en que ese simple encuentro cambiaría su vida, tal como el aleteo de una mariposa puede generar caos del otro lado del mu...