Capítulo 10: El hombre de mi vida.

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Tener un hijo entrando a la adolescencia era un tema difícil para un padre amoroso y posesivo como lo era Kim Jungkook, quien justo en ese momento estaba haciendo su mejor esfuerzo para permitirle a Hyo-Ri comprar ropa más "reveladora", cosa que no estaba mal, pero paso a paso dejaba de verse como su dulce niño.

Hyo-Ri estaba a unos días de su cumpleaños número trece, por lo que le pidió a sus padres que lo llevaran de compras, eso sí, con la condición de que por ser su pre-festejo ellos tendrían que dejarlo comprar lo que él quisiera. El doncel mayor no tuvo problema alguno, incluso cuadró sus tiempos para poder acompañarlo un rato, pero para Jungkook era diferente pues desde antes ya presentía lo que significaba la petición de su hijo.

Algunas semanas habían pasado desde la tarde en la que el doncelito fue a comprar su conjunto para el baile en compañía de su padre y abuela, muy pronto sería su cumpleaños y él estaba empeñado en querer lucir "más bonito", al menos esas fueron las palabras que utilizó cuando les dijo a sus padres que de regalo quería que lo llevaran de compras.

Empezaron por la sección de maquillaje, aunque Hyo-Ri no sabía nada al respecto, Taehyung y las dependientas de la tienda le ayudaron a elegir los tonos que más quedaban con su tono de piel, inclusive le enseñaron el cómo debía de aplicarlos, así como la rutina de skin care que debía de seguir para que el cutis se mantuviera tan sano como hasta ese momento lo tenía.

El doncelito estaba muy emocionado pues ya se sentía como un adulto, todo marchaba como correspondía y el día era perfecto, salvo que salió de su burbuja cuando el teléfono de Taehyung sonó y tuvo que atender la llamada inmediatamente por tratarse de que estaba en horario "laboral".

Jungkook observó a su esposo atento y notó que se trataba de ese tipo japonés con el que Taehyung continuaba en negociaciones, no quería molestarse pues era un día y horario laboral, sin embargo, esa era ocasión especial para Hyo-Ri, por lo cual pensó que su chico se tomaría el día completo para estar con ellos dos, ya que ni los gemelos ni Tae-Moo los acompañaban pues sería una jornada muy cansada para ellos.

Hyo-Ri era muy maduro para su edad y no tuvo mayor problema en que Taehyung se fuera ya que mínimo había hecho el esfuerzo de estar con él para acompañarlo y ayudarlo, además, su verdadero cumpleaños sería en unos días más y el doncel le organizó una pequeña reunión familiar en la mansión Kim.

Él lo entendía, y aunque en ocasiones peleaban porque eran iguales en carácter, no podía evitar sentirse profundamente orgulloso de su padre doncel, quien estaba revolucionando el mundo de los negocios y haciendo que tomaran en cuenta a los donceles en ese ámbito.

Por su parte, Jungkook si estaba un poco molesto, pero trataba de ocultarlo para que su esposo no se sintiera mal por su conducta, sobre todo porque sabía que se estaba comportando como un niño berrinchudo cuando creía que alguien le quitaría lo "suyo".

Se sentía tan patético ya que no tenía problema cuando se trataba de "equis asunto o persona", pero cuando el nombre de aquel estúpido japonés aparecía en la pantalla de teléfono de su marido era como si le escupieran en la cara, no le gustaba toda la atención que Taehyung debía de ponerle.

¿Qué tan mal estaba por sentirse de esa forma?

Su chico no le había dado jamás motivos para desconfiar, él era consciente de que ambas empresas aún seguían en negociaciones para la compra de acciones, pero eran emociones que le eran difíciles de controlar. Y, aunque Taehyung intentara ignorar la tensión que se creaba entre ellos cada que algo relacionado con el japonés sucedía, ambos sabían que necesitaban hablar más al respecto o terminar de una buena vez por todas con ese trato.

Jungkook se sentía un hipócrita completo, pues más motivos tendría Taheyung para desconfiar de él por el pasado y pésimo comienzo que tuvieron al inicio, pero aún así, el doncel no solía celarlo mucho salvo cuando era estrictamente necesario o alguien intentaba pasarse de listo. Y aquí estaba él, sintiendo celos solo por saber que su chico tenía que irse de nuevo a su oficina para atender una videollamada con alguien que estaba actualmente en Japón, a miles de kilómetros de distancia.

I Still Want You (KOOKV/KOOKTAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora