Taehyung se secó las lágrimas antes de entrar a la mansión, no era nada agradable pelear con Jungkook, le dolía en el fondo de su alma el simple hecho de pensar en un divorcio porque definitivamente no quería llegar a eso, pero en ese momento tenía un mar de emociones profundas agitando su interior.
Entró a la mansión que lo vio crecer, amaba ese lugar, pero se sentía extraño ya que su hogar ahora estaba con Jungkook, el mismo que cuando eran más jóvenes le había regalado una casa como obsequio de boda para él y los futuros hijos que deseaban tener en algún momento.
En verdad se esforzó pues la casa no era nada modesta, en aquel entonces Jungkook no tenía tanta solvencia económica y aun así quiso sorprenderlo, para el pelinegro Taehyung no se merecía menos, toda su vida había estado acostumbrado a esa opulencia, así que como pudo logró su objetivo. Ahora que era un aclamado artista no reparaba en costos para regalarles cosas a él y a sus hijos, pero lo más importante no era lo material, sino todo el amor y el tiempo de calidad que les dedicaba a cada uno.
El doncel entró a la biblioteca de la mansión Kim y se acostó en el sofá, no quería que los niños lo vieran con los ojos llorosos ya que no había parado de derramar lágrimas en todo el camino, era un completo desastre. Eran ya las diez de la noche, a esa hora ya debían de estar dormidos, Dexter le había informado que la niñera se ocupó de ellos.
Seguramente estaban tan tristes como él, como el mismo Jungkook, y Taehyung simplemente no entendía por qué era tan difícil hacer que las palabras de aquella chica con la que su novio lo engañó hace años tuvieran menos peso del que él les había dado.
Se estaba aferrando al pasado de nuevo, eso estaba mal, pero así habían sucedido las cosas producto del coraje por la traición y los celos que sintió al verla, incluso al recordarla, su cabeza era un caos.
Cerró los ojos y estuvo así por varios minutos, hasta que escuchó cómo la puerta de entrada se abría lentamente. Intentó hacerse el dormido, no tenía ganas de seguir lidiando con el mundo, mañana sería otro día.
—Tae... ¿estás dormido? Soy papá... —escuchó a Kim Tae-Pyung avanzar hacia él, se mordió el labio, no quería volver a llorar pero con sus padres siempre bajaba sus defensas, volvía a ser su pequeño.
Abrió los ojos y vio que el magnate se encontraba a unos cuántos pasos observándolo atentamente. Llevaba puesto su pijama negra de seda, seguramente se había levantado solo para ver cómo se encontraba pues algo le decía que ya tenía idea de lo que sucedía, su padre siempre lo sabía todo.
—No, estoy despierto pá... —se sentó e intentó sonreír, aunque su semblante delataba la tristeza que sentía por dentro.
Tae-Pyung asintió y se encaminó hacia el mueble, se sentó a su lado. Ambos voltearon a verse, por lo que para el magnate fue evidente que su hijo llevaba mucho tiempo llorando por lo hinchado que estaban sus ojos.
—Sé que algo sucede entre tú y Jungkook, ¿quieres hablar de eso?
Taehyung negó con la cabeza, no quería preocupar a sus padres con sus propios problemas, aunque quizá era tarde para eso pues apenas se le presentaba un bache en su matrimonio, corría de nuevo a ellos.
—No pasa nada —intentó negarlo, pero sus ojos se pusieron llorosos—. Estoy bien.
Tae-Pyung suspiró, era mayor, más nada tonto, conocía a Taehyung como la palma de su mano, él siempre era muy expresivo incluso cuando intentaba aparentar que todo estaba bien.
Se acercó un poco más y pasó su brazo por detrás de su espalda, atrayéndolo hacia él.
Apenas la cabeza del doncel tuvo contacto con el hombro de su padre, comenzó a llorar desconsoladamente y el mayor lo dejó desahogarse.
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I Still Want You (KOOKV/KOOKTAE)
FanfictionLa primera vez que Jeon Jungkook miró la hermosa sonrisa cuadrada de Kim Taehyung, jamás se imaginó la manera tan significativa en que ese simple encuentro cambiaría su vida, tal como el aleteo de una mariposa puede generar caos del otro lado del mu...