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—J-Jacob...

El castaño se separó de los labios de Prince al escucharlo.

—y-yo... Prince, lo siento...

—n-no, está bien... digo... es que...—confundido, Prince se bajó de sus piernas sentándose a su lado.—Jacob, tienes novio...

Jacob suspiró sacudiendo su cabello.

—lo sé, mierda, lo sé Prince.

—me disculpé cuando te besé, pero esta vez fuiste tú, no entiendo.

—es que... yo tampoco entiendo, ni un poco, solo... agg, últimamente, no se, me siento... distinto, raro.

—¿raro?

—cuando estás cerca.

Prince levantó una de sus cejas confundido.

—¿por... qué?

—no lo sé, desde que me besaste... todo ha sido muy loco, me siento raro cuando estás y... y honestamente me dan celos cuando te veo con ese tipo.—confesó dejando a Prince sorprendido.

—¿qué tipo?

—el tal Dante.

Mierda, Dante.

Por la mente de Prince pasaron los ojos verdes del castaño, y de alguna forma, se sintió mal.

—Jacob, tienes novio, me ha quedado muy claro y créeme que no busco nada más contigo, ya no.—pronunció inseguro, porque realmente una parte de él nunca podría borrar al castaño, pero la otra comenzaba a sentir cosas por el lindo ojiverde que veía todos los días por él y su bienestar.

—Prince... lo se, pero... podríamos intentarlo.—propuso tomando una de sus manos, Prince lo miró sin entender absolutamente nada.

—¿intentarlo? ¿Vas a terminar con tu novio?

—b-bueno...

Prince frunció el ceño cuando lo vió dudar.

—espera, ¿pensabas ponerle el cuerno conmigo? Osea, en realidad ya lo hiciste pero...

—no no no, yo... aaag, no lo sé. Escucha, voy a terminar con el, lo prometo.

Prince lo miró unos segundos hasta que asintió lentamente.

—bien.—susurró.

Jacob le sonrió y acarició su mejilla para después acercarse a él y besarlo nuevamente.

—¿podrías llevarme a mi casa?—preguntó Prince una vez se separaron.

—claro, vamos.

[👑]

El lunes por la mañana, Dante caminaba por los pasillos indescriptiblemente feliz, últimamente el simple hecho de ver a Prince lo ponía feliz, así que no podía esperar.

Desde que había comenzado a coquetear con el, había recibido una increíble respuesta de su parte, así qué tal parecía que poco a poco lograba convencerse más en hablarle acerca de sus sentimientos.

Cuando entró al salón, Harper y Josh lo recibieron alegres, pero notaron la visible emoción en el castaño.

—¿por qué tan feliz?

—oh nada, después de un largo fin de semana por fin veré al principito.

Josh rodó los ojos mientras Harper reía.

El Príncipe | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora