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2007

Llegó la tan ansiada noche de la presentación. Luego de muchas vueltas por fin habían llegado a un acuerdo con la lista de temas que interpretarían. Celeste se encontraba mucho más nerviosa de lo que hubiese imaginado. La actitud de Juan no ayudaba. Se había mostrado más serio de lo habitual. Lo sentía en desacuerdo con su participación en la banda, aunque nunca lo hubiera manifestado.

Ella siempre había disfrutado del canto, pero en soledad. Sólo Nacho la había escuchado cantar alentandola a continuar por ese camino, pero ahora debía hacerlo en público y no estaba segura de cómo lo iba a poder manejar. 

Norma la había ayudado con su vestuario, la alentó a dejar las anchas remeras y jeans desgastados de lado por una noche. Le había comprado un panatón negro que se ajustaba a sus formas, una musculosa del mismo color con pequeñas tachas en los breteles y una campera de jean a la que había añadido los símbolos de sus bandas favoritas en uno de los bolsillos. Se veía moderna y hasta provocativa, pero lo que la había hecho sentir realmente hermosa era el maquillaje y el peinado que su tía con tanta dedicación le había propiciado. Llevaba el pelo hacia atrás y un delineado profundo pero simple que resaltaba sus enormes ojos verdes. Se miró al espejo y casi no se reconoció, Norma la abrazó y le dijo al oído.

-Disfruta de esta noche sin pensar en nada más. No hay nada que me guste más en esta vida que verte sonreir. Te quiero. - le dijo y dándole un beso en la mejilla la tomó de la mano para acompañarla hasta la escalera que conducía al living donde el resto de la banda esperaba. 

La reacción no se hizo esperar, los silbidos y expresiones de aprobación para con su vestuario llegaron por parte de sus primos y Nacho. Celeste buscó la mirada de Juan pero este rápidamente la esquivó. Se limitó a tomar su guitarra y encaminarse hacia la puerta de salida.

Se subieron al auto. Sus primos adelante y ella entre Nacho y Juan en el asiento trasero. Nacho no dejaba de señalar lo hermosa que se veía y ella insistía en que no era para tanto. Juan por fin la miró.

-Espero que no tengamos que pelearnos con nadie esta noche. - dijo centrando su mirada en el pronunciado  escote de Celeste. 

Ella sin terminar de comprender lo miró extrañada. 

-No entiendo ¿Por qué nos tendríamos que pelear con alguien?- le dijo con inocencia. 

Nacho le dio una palmada en el hombro a su amigo y dijo:

-No le hagas caso, es su forma de decir que estás muy linda esta noche. - 

Celeste sonrió y cuando Juan iba a contradecir a Nacho ella se le adelantó.

-Gracias, viniendo de un freezer como vos es mucho más de lo que esperaba.- le dijo y depositó unas escuetas caricias sobre su pierna, que bastaron para que Juan bajara la guardia por unos minutos.  

No terminaba de comprenderse a sí mismo. Celeste era una niña, o al menos de eso quería convencerse. Sin embargo al verla bajar las escaleras se había quedado sin palabras. No se sentía capaz de querer, no después de las grandes decepciones que había vivido en su corta vida y sin embargo Celeste comenzaba a ocupar gran parte de sus pensamientos. Era inocente pero ocurrente, divertida y tenía la habilidad de adelantarse a los deseos de los demás, con la sóla idea de verlos sonreir. Era hermosa y el hecho de que no lo supiera la hacía aún más bella, pero él no podía hacerla feliz, no podía pagar su luz, no merecía cargar con su oscuridad. 

Por fin llegaron al lugar donde se realizaría el festival. Era un viejo galpón en las afueras de Rosario, que había sido transformado en un bar con un escenario improvisado en el fondo. Aún faltaban 2 horas para el inicio y sin embargo ya se podía ver gente en la puerta esperando para entrar. 

Otra tonta canción de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora