¿Todas esas películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay, vivir rodeando de conpañaros heteros modernos en el instituto que te aceptan como eres y padres que te quieren incondicionalmente?
Todo mentira.
La realidad no es esa.
Al m...
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⎯Tu dirás⎯
Me retrocí las manos con nervosismo, incapaz de mirarlo a los ojos. Sabía que lo que estaba a punto de hacer lo cambiaría todo, y muy posiblemente para peor, pero ya no podía marchar atrás. Tenía que hacerlo, aunque era conosciente de que lo mas probable era que me arrepintiese.
Tragé saliva antes de hablar
⎯En primer lugar, quiero que sepas que esto no tiene que cambiar nada entre nosotros⎯ dije tratando de preparar el terreno ⎯Si tú quieres, las cosas pueden seguir igual que antes, no me importa...
No.
Estaba mintiendo. En la realidad, no quería que las cosas siguieran igual que antes. Quería mas. Necesitaba más. Sin embargo prefería tenerlo a medidas que no tenerlo en absoluto.
⎯Mira, si esto es lo que creo que es...
⎯Por favir YeonJun. Necesito decírtelo. Sé que ya sabes de imaginartelo, pero en fin...tengo que decirtelo
Puso los ojos en blanco, y supe que ahora o nunca.
⎯Sueltalo ya.
⎯Estoy enamorado de tí⎯ confeso de un tirón ⎯Sé que para ti es conplicado, que no quieres que las cosas cambie, pero...no puedo evitarlo. No puedo conformarme con que solo seamos amigos. Te....te quiero t...tenía que decírtelo.
Me quedé sin palabras, incapaz de continuar, pero al instante noté una sensación de liberación, como si la garra que me oprimía el corazón hubiera desaparecido.
Ya está.
Por fin lo habia hecho.
Pero, me di cuenta demasiado tarde de que había sido un error.
YeonJun abrió la boca, pero no dijo nada. Tampoco hacía falta, lo conocía lo sufisiente como para interpretar su mirada.
Deapués de todo, era mi mejor amigo.
Y lo que había en su mirada era repulsión. Deseava equivocarme, pero sabía que ese no era el caso. Tan solo veía repulsión y desprecio en sus ojos, unos ojos que nunca antes me habían mirado de ese modo.
⎯Vete a la mierda⎯ dijo fijamente, y dio un brazl para detenerlo, pero él me lo apartó de un marcharse.
⎯YeonJun por favor...⎯ lo agarré de un brazo para detenerlo, pero él me lo apartó de un manotazo.
⎯No me toques! Maldita sea. Dejate de "por favor". Paso de esas mariconadas, ya sabes que no van conmigo.
⎯No te vayas⎯ supliqué al borde de las lágrimas mientras él se dirigía hacia la puerta. Milagrosamente, se detuvo antes de abrirla.
⎯¿Que más quieres?
⎯Dime algo⎯ susurré ⎯Por favor dime algo.
Él se quedó mirandome durante casi un minuto antes de responder, coml si estuviera eligiendl muy bien sus palabras. Durante unos segundos sentí una tenue esperanza. El corazón me martilleaba el pecho con fuerza mientras esperaba a que hablara.
⎯Me das asco⎯ dijo por fin y se fue.
Pero cuando me quedé solo, sus palabras no eran lo que más me dolía. Era su mirada. Esa mirada de desprecio que se me había quedado grabada en la retina y en el corazón y que permenecerís allí hasta mucho despues de que YeonJun se hubiera ido.
Algo se había roto en nosotros, probablemente para siempre, y la culpa era toda mía.
