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Luego de intercambiar mensajes con YeonJun y dejarme entre curioso y preocupado por lo que le estuviera pasando, caigo en cuenta de que no tengo tiempo para seguir pensando en toda su situación, porque es hora de salir para ir con SungHoon.

Sus padres lo han dejado solo en casa hasta por la noche, así que me ha propuesto venir a pasar la tarde con el. Una vez mas, no puedo evitar sentirme extrañamente nervioso durante todo el trayecto en metro. Ya hemos estado solos muchas veces, ya he estado en su casa michas veces, pero las cosquillas en el estómago cuando sé que nos vamos a ver nunca desaparecen. Y, en cierto modo, me gusta que sea así.

Cuando me abre la puerta, con su camiseta de Batman, unos pantalones cortos de andar por casa y esa enorme sonrisa en los labios, el corazón se me detiene durante unos instantes y a continuación se acelera otra vez de golpe. Sin decir palabra, se acerca a mí para rodearme con los brazos y después me besa, un beso intenso como si lleváramos semanas sin vernos en lugar de un par de días.

⎯Hola⎯susurró contra sus labios cuando nos separamos para tomar aire, con la respiración jadeante.

⎯hola ⎯responde él ⎯Feliz cumpleaños.

⎯Gracias.

Y, entonces, deteniéndose sólo para cerrar la puerta detrás de nosotros con la punta del pie, me vuelve a besar de lleno en los labios. Y es mientras su joca saborea la mía cuando me doy cuenta de que no me equivocaba, este cumpleaños es el mas feliz de toda mi vida.

Cuando nos separamos, los dos sin aliento, SungHoon me toma de la mano y me conduce hasta el salón.

⎯¿Le esperas un momento? Tengo que ir a por agua, que le he quedado seco.

⎯Normal⎯responde entre risas ⎯, si casi no le has dejado ni entrar.

Riendo también, me da un besito en la punta de la nariz y se marcha en dirección a la cocina, tirándose un poco del pantalón por el camino. Sonrió al darme cuenta de que sé exactamente cuál es la razón dr que lo haya hecho. Después, me siento en el sofá y observó a mi alrededor con curiosidad. Aunque no es la primera vez que estoy aquí, casis iempre que vengo a su casa nos quedamos en su habitación. Y cuando vamos al salón están también sus padres, así que en realidad nunca antes había tenido ocasión de cotillear.

Me doy cuenta de que hay fotos; muchísimas fotos.

Está la de la boda de sus padres y todas las fotos escolares de SungHoon,  algo que nunca vi en su casa. También hay muchas de él con su amigo BeomGyu a distintas edades, y también con otros amigos que no conozco. Al ver la foto de un bebé rechoncho que solo puede ser SungHoon con unas pocas semanas de vida, no tengo más remedio que acercarme para ir a mirarla. Me echo a reír al verlo. Está sonrojada y arrugado, pero esa particular sonrisa de labios sellados me lo dejan claro: es SungHoon. Comienzo a mirar sus fotos escolares, sonriendo al ver cómo crece desde ese bebé regordete hasta el chico alto que es hoy en día, y no le doy cuenta de que el verdadero SungHoon ha entrado en el salón hasta que escucho su voz detrás de mí.

⎯Cumplealoooos feliiiz...

⎯Otra vez no...⎯digo entre risas al girarse y verlo ahí plantado, con algo con velas entre las manos.

⎯Cumpleañoooos feliiiz...⎯continúa el, cantando con un tono de voz melódica en particular, que no puedo evitar sonreír de oreja a oreja. ⎯Te desea tu leoncitooo...Cumpleañooos feliiiz...

⎯No sabía que se te daba tan bien el canto.

⎯Lo sé, soy genial, tejoncito ⎯contesta alzando ligeramente la mirada en modo orgulloso, mientras yo no puedo evitar poner los ojos en blanco.

𝑺𝑯𝑨𝑫𝑶𝑾⁰¹ 𝑱𝑨𝑲𝑬𝑯𝑶𝑶𝑵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora