²²

110 19 3
                                    

Lo primero que me encuentro al despertarme es un mensaje de SungHoon.

¡Buenos días!
Espero que te vaya un buen día.

Me quedo con una sonrisa de idiora total casi si  darme cuenta. Se que parezco un chiquillo de dice años, y también se que no debería hacerme demasiadas ilusiones, pero no puedo evitarlo. Después del infierno que he vivido los últimos meses  por fin comienzo a tener un poco de paz.

Releo el mensaje una y mil veces y respondo rápidamente para desearle lo mismo, aunque me lo pienso durante unos segundos antes de enviarlo. ¿Tal vez debería decirle algo más? Añado un simple 《gracias》 seguido de una sonrisa y pulso el botón de enviar.

A continuación, espero durante unos cuantos minutos a que conteste, con la mirada fija en la pantalla, pero no se conecta, así que al final acabo resignandome y me pongo en marcha.

Cuando por fin me levanto, el corte de la pierna me duele al poner el pie en el suelo. Lo examino y me doy cuenta de que ha sido demasiado profundo.

Soy idiota. No tenía que haberme cortado. No después de los progresos que he estado haciendo.

Al llegar a la cocina me sorprendo al comprobar que mi padre se encuentra allí, tomándose un café con la cara de mala hostia que lo caracteriza. A esas horas normalmente está de camino al trabajo  pero prefiero no arriesgarme a preguntar, así que trato de pasar lo mad desapercibido posible mientras meto el pan en la tostadora y saco la leche del frigorífico.

Pero no funciona.

⎯¿A que viene esa cara tan larga, niño?⎯ Pregunta con voz gruñona, y yo me encojo de hombros.

⎯Nada.

⎯Como me vuelvas a hablar así, te parto la cara. ¿Está claro?

Reprimo las ganas de poner los ojos en blanco, y en su lugar asiento con la cabeza a regañadientes.

⎯Okay.

⎯Te he dicho que no me hables así ⎯ se levanta, y por un momento temo que vaya a pegarme, pero no lo hace ⎯Te salvas porqué llego tarde al trabajo, que si no te ibas a enterar⎯ Y se marcha de la cocina. En su taza queda casi la mitad de su café solo, todavía  humeante y tan negro como su alma.

Mientras desayuno, escribo rápidamente a SunOo para contarle lo de los mensajes de SungHoon. Como siempre, sh respuesta no se hace esperar el twlefono cuando la pantalla vuelve a iluminar se con su respuesta.

Para cuando la boda?

Gilipollas

Lo sé.
Pero yo soy el padrino.
Estás contento?

Mucho.
🙂🙂🙂

Me lo tienes que presentar, eh?

No tengas tanta prisa.
Te recuerdo que ni siquiera estamos juntos.

Bah
Cuestión de tiempo

No digas tonterías.

Que sí, hazme caso enano

¿Tu crees?

Pues claro!!! Ya lo verás.
De esta semana no pasa

Si tu lo dices.

¿Tendra razón? Me subo el pantalón del pijama y observo el corte que tengo en la pierna. No sé si tendrá rszon; tan solo espero que la situación siga igual, no quiero tener que cortarme  de nuevo. Y lo cierto es que, desde que conozco a SungHoon, cada vez me hace menos falta; pasar tres días enternos sin hacerlo es todo un récord personal. Ayer recaía, si, pero aún así es un gran logro para mi. Solo es cuestión de seguir siendo fuerte.

𝑺𝑯𝑨𝑫𝑶𝑾⁰¹ 𝑱𝑨𝑲𝑬𝑯𝑶𝑶𝑵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora