⎯¡Marica!⎯ grita uno lo suficientemente alto como para que pueda oírlo a pesar de los auriculares.
⎯¿Se puede saber adónde vas con tanta prisa?⎯ pregunta otro entre risotadas ⎯¿Te espera alguien en el baño de los hombres?⎯
Reconozco su voz como la de Lee HeeSeung, que va comnigo a clase desde hace años.
Nunca falla, si hay alguien dispuesto a insultarme o hacerme pasar un mal rato, él parece allí para hacérmelo pasar aún peor.
Lo ha convertido en su deporte particular, con el que pretende enmascarar que realmente es a él a quien le gustaría que alguien lo esperaba en el baño de los hombres, tal vez uno de sus perros falderos o incluso uno de los profesores. Puede que los demás no se dan cuenta. Pero yo sí.
Alguien, quizás uno de ellos dos, me golpea en la parte posterior de la cabeza cuando paso de largo. Me vuelvo con rapidez, pero hay tantos alumbos a mi alrededor que no sé quién ha sido el culpable. Lo único que veo son los rostros de oersonas que se limitan a reír o señalarme con el dedo, satisfechas de contemplar mi humillación diaria. Aprieto los puños y noto coml la cólera comienza a hervir en mi sangre, silenciosa pero furiosa. Ojalá pudiera darles una paliza a todos, vengarme por todo esto. Me ensañaría con ellos, y vaya que lo disfrutaría, pero sé que no soy capaz de hacerlo.
En su lugar, intento que los insultos no me afecten, que me resulten indiferentes. Intento que sus golpes no me duelan, que sus palabras se las lleve el viento, que me resbalen. Pero es dificíl. Es casi imposible convivir día tras días con gente cuyo único objectivo es convertir tu vids en un auténtico infierno.
Quiero creerle a SunOo, creer que esta situación es tan solo temporal. Quiero creer que la cosa cambiará, que pronto dejaré de soportar todo esto.
El problema es que a veces con creer no es suficiente.
No.
Puedo.
Más.
Aborrezco los lunes, posiblemente incluso más que cualquier otrs persona de mi edad, que ya es decir. Después de todo, durante los fines de semana no tengo que aguantar nada de esto. Puede que la mayoría de las veces no salga de casa, pero al menos allí me dejan en paz si me mantengo alejado de mi padre, y los fines de semana lo veo poco. Sin embargo, el resto del tiempo la tortura es costante, y el lunes siempre es peor que cualquier otro dia.
Parece que llegan con las fuerzas cargadas, listos para atormentarme una semana más.
Pero yo no tengo fuerza alguna.
Además, los lunes suponen el inicio de cinco días consecutivos de sufrimiento, cinco días de aguantar los mismos insultos una y otra vez, la mismaa humilliaciones constantes por ser lo que soy. Lo único que puedi hacer es contar las horas que faltan hasta que llegue el fin de semana... el fin, sí, ojalá llegue pronto el fin.
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𝑺𝑯𝑨𝑫𝑶𝑾⁰¹ 𝑱𝑨𝑲𝑬𝑯𝑶𝑶𝑵
Fanfiction¿Todas esas películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay, vivir rodeando de conpañaros heteros modernos en el instituto que te aceptan como eres y padres que te quieren incondicionalmente? Todo mentira. La realidad no es esa. Al m...