No me sueltes - Capítulos perdidos

Vingt-Deux

- ¿Y hasta cuando tengo tiempo?

Escuché la voz de mi Bonito y me di vuelta para verlo. Estaba apoyado en el marco de la puerta de nuestra habitación, con el celular en su oído y el ceño apenas fruncido.

- Entiendo. Estoy seguro que para antes de esa fecha me voy a comunicar con ustedes - aguardó unos segundos y se despidió de la llamada.

Michael fue hasta la cama y se tiró sobre la misma soltando un largo suspiro.

- ¿Amor? - cuestioné mirándolo.

- Me ofrecieron ser coach de Tsunoda - dijo sin preámbulos.

Abrí los ojos sorprendida, sin saber que responderle. Esperé a que él dijera algo ya que sabía que debía estar muy confundido.

- ¿Está mal si acepto?

- No. ¿Por qué lo estaría? - me senté a su lado.

- Porque sentiría que lo estoy traicionando a Dan. Venimos trabajando juntos desde el 2018... - carraspeó - No quiero perder su amistad por esto.

Comencé a acariciar su cabello y Michael cerró los ojos ante mi contacto.

- Bonito, ustedes son amigos antes que todo. Y siempre supieron separar la amistad del trabajo. Eso lo tuvieron en claro en todo momento. Lo mejor va a ser que lo hables con él.

- Por supuesto que lo voy a hacer - asintió - Aprovechando que estamos acá en Mónaco, le voy a decir de ir a tomar una cerveza.

- Me parece muy bien - le sonreí - Pero, ¿vos que tenes ganas de hacer?

- Es que, estudié y me preparé para ser coach de alto rendimiento. Me gusta mucho. No quiero dejar de trabajar en el medio. Con Danny de piloto de reserva, no está entrenando mucho de forma exigida. Asique estoy 99% seguro en aceptar la propuesta de Alpha Tauri.

- Tal vez puedan armar un plan de trabajar en paralelo - sugerí.

- Veremos si él quiere.

- Bonito mío, no te preocupes mucho. Creo y estoy cien por ciento segura de que DR va a estar muy feliz por lo que vos decidas.

- Gracias, amor - me miró con una sonrisa.

- Estamos para apoyarnos mutuamente - le guiñé el ojo - Aparte...

- ¿Qué...? - preguntó curioso.

- Voy a tener la oportunidad de verte con un nuevo uniforme - levanté ambas cejas varias veces y su carcajada inundó la habitación.

- Vos te emocionas más por eso que por todo lo demás, ¿no?

- Y, no voy a negarlo - me encogí de hombros tratando de ocultar una sonrisa.

- Ay, linda... - dijo y me atrapó entre sus brazos - ¿Qué voy a hacer con vos?

- ¿Amarme? - aleteé mis pestañas varias veces y él negó divertido.

- Eso ya lo hago desde fines del 2019 - respondió mientras delineaba mi perfil y aproveché para mirarlo detenidamente. 

Llevábamos poco más de 4 años juntos y aún no me acostumbraba a su belleza: su cuerpo seguía bastante trabajado y tonificado, sus ojos eran marrones pero a veces cambiaban de acuerdo a como le daba la luz del sol ya que solían verse más claros. Sus pestañas eran rizadas y una fina capa de barba seguía en su cara, la cual estaba adornada por varios lunares. Su sonrisa terminaba de completar el hermoso combo que era Michael Italiano.

- Un dólar por tus pensamientos - su voz me trajo a la realidad al mismo tiempo que dejaba un tierno beso sobre mis labios.

- Simplemente vos - contesté sinceramente y sus mejillas se tiñeron de rojo. Él tampoco se acostumbraba a mis halagos.