Cerré el porta cosméticos donde tenía mi maquillaje y levanté la vista para verme en el espejo. Sonreí ante el resultado que había conseguido y mis ojos se desviaron a la persona que apareció por sobre mi hombro derecho.
- Estas muy hermosa - susurró en mi oído y mi piel se erizó.
- Gracias - igualé su tono y tragué nerviosa.
- ¿Qué pasa? - cuestionó preocupado.
- Tengo miedo de lo que pase hoy.
- ¿Por algo en especial? - enancó una ceja.
- No sé si fue buena idea dejar que Pauli y Dan nos organicen la despedida de solteros, amor - dije mientras giraba y me enfrentaba a su anatomía.
Mis manos fueron a sus pectorales desnudos, aún húmedos por la ducha que acababa de darse.
- Que estemos en Perth, en tu tierra, me da miedo. Solo espero que no termines arriba de un techo - lo miré tratando de parecer seria.
- No prometo mucho, vida - dejó un beso en mi frente y nos quedamos así un momento.
- Estamos a 15 días - susurré cerrando los ojos al percibir sus caricias en mi espalda baja.
- Ya casi - lo sentí sonreír contra mi piel mientras acariciaba su piel - Nos queda el viaje a Melbourne y luego a casa, para vivir el primer día del resto de nuestras vidas juntos.
Levanté mi cabeza para observarlo y delineé su cara recubierta por una fina capa de barba.
- Tengo que pensar algo para evitar el alcohol esta noche.
- Es verdad - suspiró - Capaz tengas que quedarte con el mismo vaso toda la noche.
- Si, ya veré que excusa logro inventar- dejé un casto beso sobre sus labios - ¿Ya decidiste que vas a usar?
- Sorpresa - respondió y lo miré con un mohín - Si me das unos minutos, te muestro.
- ¿Qué cosa me vas a mostrar? - pregunté con una sonrisa picara.
- ¡Lía! - sus mejillas se tiñeron de rojo.
- ¡Amor! - respondí haciéndole burla y escuché su carcajada - Solo espero que esta noche no vengas tan cansado o borracho.
- Siempre hay energías para vos - me guiñó el ojo y tragué.
Se separó de nuestro abrazo para ir hasta el placard de la habitación del hotel donde nos estábamos hospedando para sacar de allí un jean oscuro y una camiseta blanca. Lo observé cambiarse lentamente y mordí mi labio inferior cuando se terminó de acomodar la prenda superior, haciendo que sus músculos se noten por sobre la tela de algodón.
- ¿Es necesario? - cuestioné en un hilo de voz.
- ¿Qué cosa, linda? - Michael me miró sin entender.
- Que seas así de hermoso. Deberías ser ilegal, Italiano - me acerqué lentamente a él.
- Bonita... - susurró y lo abracé por el cuello.
Acarició mi nariz con la suya y sonreí embobada ante este gesto. Tironeé suavemente de su labio inferior al mismo tiempo que mi prometido suspiraba. Ladeé mi cabeza para besarlo y hacer que nuestras lenguas se junten. Sus manos se colaron debajo de mi remera para regalarme caricias sobre mi espalda baja y empezamos a caminar inconscientemente hasta que sentí que mis piernas chocaban con el borde de la cama.
Apenas se separó para mirarme y sus pupilas ya estaban un poco dilatadas. Mi diestra fue hasta su cabello para tironearlo suavemente y un gemido se escapó de sus labios.
ESTÁS LEYENDO
No me sueltes - Capítulos perdidos
FanficEste libro se va a tratar de capítulos perdidos de "No me sueltes", la semblanza de Lía y Michael. Si aún no la leíste, te recomiendo que vayas para entender su historia.