Trois

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Sonreí al sentir unos brazos rodear mi cintura.

- Huele rico - murmuró y se escondió en mi cuello.

- Estás todo transpirado, Italiano - respondí riéndome y me apegó más a su cuerpo - ¡Que asco!

- Le patié el trasero a DR - contó orgulloso.

- ¿Por qué compitieron ahora? - tapé la olla y giré para abrazarlo por su triangular espalda.

- Voy a usar su McLaren por tooooodo un mes.

- ¿Y si él ganaba? - cuestioné divertida.

- No entrenaba duro por tooooodo un mes.

- Creo que te esforzaste más por hacerlo entrenar a que por usarle el auto. ¿Verdad?

- Mmmmhh, puede que tengas razón. Pero, le gané.

Negué riendo y besé sus labios. Me tuve que separar de sus brazos ya que mi celular anunciaba una llamada.

- ¿Cuánto tiempo tengo?

- En 15 minutos está la comida - informé mientras colocaba el aparato en mi oreja - ¿Hola?

- Hola Lía, ¿cómo estás?

- Riéndome de las ocurrencias de nuestros novios - me senté en la mesada.

Mis ojos fueron a la espalda de mi australiano favorito que se dirigía al baño.

- Si, recién llega Dan quejándose de Mike - Paula rió del otro lado.

- Yo te advertí de él. Tendrías que haber escapado antes de conocerlo.

- ¿Y vos?

- Yo caí en el primer minuto, amiga - suspiré embobada.

- Desde acá puedo ver tu cara. En fin, te llamo para hacerte una propuesta e invitación.

- Te escucho - jugué con mis piernas que estaban en el aire por la diferencia de altura.

- Se me ocurrió hacer algo con nuestros chicos. ¿Qué te parece hacer una especie de juego de cita a ciegas? O sea, nos juntamos nosotras por un lado, ellos por otro y nos ponemos de acuerdo para ir a un mismo bar. De ahí, que todo fluya.

- Es decir, ¿hacer como que no nos conocemos? - cuestioné.

- Exacto.

- Me gusta tu idea. Por mi no hay problema. Dejame que le consulte a Michael.

Di un saltito para apoyar mis pies sobre el suelo y caminar hasta el baño donde mi prometido se estaba duchando. Abrí la puerta y el vapor del lugar chocó en mi cara.

- Bonito - lo llamé y se asomó detrás de la mampara - ¿Tenes planes para ésta noche?

- Hasta ahora, no. ¿Por?

- Vamos a salir con Pau y Dan.

- Está bien - me sonrió y guiñó el ojo.

- Confirmado, amiga - respondí mientras me apoyaba en el marco de la puerta.

- Listo. Entonces más tarde voy a tu departamento y que los chicos se preparen juntos.

- Ajam...

-¿Me estás escuchando a mi o estás viendo a tu novio? - cuestionó divertida.

- Me distraigo fácil - informé mientras escuchaba la carcajada de mi prometido.

- No lo dudo. Te dejo tranquila entonces. Nos vemos más tarde.

- Chau Pauli - saludé y corté la llamada - Quiere que vayamos por separado a un bar, nos encontremos con ustedes y que todo fluya.

No me sueltes - Capítulos perdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora