Neuf

327 33 29
                                    

Sonreí al ver como mi esposo se acercaba lentamente a la cama y me sacaba con cuidado a nuestro hijo de mis brazos.

- Mmmmhh, me parece que alguien necesita un cambio de pañal - Michael le habló despacito.

Terminé de acomodar mi ropa y me acomodé contra el respaldar de la cama para ver el espectáculo que mis hombres iban a brindar.

- ¿Ésta panza está llenita? - apoyó con delicadeza a Nick sobre su cambiador - ¿Comiste bien? Espero que no hayas lastimado a mami, mira que papi se quiere entretener ésta noche con ella.

- ¡Bonito! - sentí arder mis mejillas.

- El que avisa, no traiciona amor - me guiñó el ojo desde donde estaba.

- ¿Y la cuarentena?

- No sé que es eso.

- Michael... - intenté que mi voz sonara seria.

- Lía, eso terminó hace 2 meses atrás - igualó mi gesto.

- ¿Y? Es que conociéndote...

- Amor, te juuuro que me voy a portar bien - aleteó sus pestañas mirándome con una sonrisa.

- No te la crees ni vos - suspiré divertida.

- Hijo, ¿podes hacerle ojitos a mami?

- No. No le enseñes el efecto Italiano, por favor.

- Es que así va a conquistar a las chicas.

- Él sabe que tiene prohibido tener novia hasta los 50 años.

- Bonita, no seas exagerada.

- Para nada - respondí levantando mis hombros.

- No te preocupes hijo, papi te va a ayudar a ser un gran caballero, a respetarlas y cuidarlas como ellas se lo merecen - observó a nuestro pequeño, quien estaba luchando con mantenerse despierto - Oh, bebé. Estás cansado.

Agarré el celular que estaba sobre la mesa de luz mientras escuchaba como Michael le hablaba a Nick al mismo tiempo que le cambiaba su pañal.

- Tenemos visitas en unos minutos - informé leyendo el mensaje que había recibido hacía pocos minutos atrás.

- ¿Quién viene?

- ¿En serio preguntas? Es algo obvio, mi amor... - respondí tecleando una respuesta.

- ¿Falta mucho para que vuelva Paula? - resopló.

- La semana que viene ya está acá de nuevo en Mónaco. Pero la próxima vez que se vaya, le voy a hacer firmar los papeles de adopción de Ricciardo porque vive más acá que en su propio departamento.

- Bueno linda, mirémosle el lado bueno de todo esto: tenemos niñero gratis. Nos ayuda con nuestro pequeño.

- Y, eso es porque casi que tienen la misma edad mental, por eso se llevan bien.

- ¡Lía! - mi australiano favorito me miró serio.

- ¿Qué?

- No voy a permitir que hables así de él. Eso es un insulto para Nick. Porque está claro que es muchísimo más maduro que su tío Danny.

Intenté ocultar una carcajada pero no pude hacerlo y Michael se unió. Tomó nuevamente a nuestro bebé en brazos y se acercó para darme un beso tierno justo en el momento en que sonaba el timbre del departamento.

- Vamos a buscar al tío DR, pequeño.

Ambos hombres salieron por la puerta de la habitación mientras yo aprovechaba para acomodar las cosas que habían quedado desparramadas. Minutos después escuché la risa del piloto australiano y fui hasta la sala para ver que era lo que estaban haciendo.

No me sueltes - Capítulos perdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora