Huit

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Despegué la vista de la pantalla de la notebook para dirigirla hacia la del celular ya que se había iluminado por la llegada de una notificación. Fruncí el ceño cuando el nombre de mi prometido apareció y bajé la barra para darle un rápido vistazo a la publicación.

- ¿Pero que carajos...?

Abrí mis ojos como platos y casi se me cae el aparato al tratar de desbloquearlo y ver el posteo de Instagram que Michael había hecho hacia unos minutos atrás.

- ¡Bonito! - grité.

- Yo no fui - escuché su voz a lo lejos e intuí que estaba sonriendo.

- ¿Podes venir para acá?

- No - respondió rápidamente - Soy inocente, señor juez.

- ¡ITALIANO!

Tras unos segundos el cuerpo escultural de mi novio apareció en la habitación.

- ¿Qué pasó, mi vida? - cuestionó haciéndome ojitos.

- No te hagas... - le tendí la mano que sostenía mi celular para que viera la pantalla - ¿Me podes explicar que es esto?

- Eso es una foto donde salimos Dan, Blake y Corey en la granja de Perth - sonrió orgulloso.

- Gracias por la gran información, Sherlock - rodeé mis ojos.

- Ay amor - dijo mientras me encerraba entre sus brazos - Es del año pasado, cuando estábamos en cuarentena allá. Corey nos pidió hacer una sesión de fotos y bueno, ese es el resultado. Estábamos aburridos.

- Ves que tranquilamente pueden hacerse pasar por modelos - mi voz sonó amortiguada por estar aplastada contra su pecho.

- Nah - rió - Lo mío es ser entrenador. No me siento cómodo con los flashes.

- Que te haces, si cuando te sacan las fotos para tu website, posas como todo un profesional - apoyé mi barbilla en su pectoral derecho para mirarlo - Y en el paddock, parece que vivís posando.

- Sos una exagerada - besó mi frente.

- Y me amas por eso - le sonreí mientras lo abrazaba.

- Claro que si, Bonita - mordisqueó mi mejilla - A que nos sabes que...

- ¿Mmmmmh? - su barba me raspó suavemente la piel.

- En Austin hay un supermercado Alemán...

- Ay, no - susurré.

- ...y queda cerca del hotel. A unas 5 cuadras.

- Otra vez nos van a cobrar sobrepeso en las valijas, Michael - negué seriamente.

- Ya vine preparado para esto. Traje una especialmente para llevarla llena de stroopwafel - informó feliz.

- Apuesto que de acá a México te vas a comer más de la mitad de los paquetes que te lleves.

- No voy a negar ni afirmar eso - acarició mi espalda baja - ¿Ya estás lista?

- Si. Estaba apagando la pc justo cuando vos posteaste la foto.

- Entonces, ¿pudiste localizar a Charles?

- El vuelo ya está llegando acá. No sé como pudieron confundirse de avión.

- O capaz que él se creía que iba a otra ciudad y eso lo confundió más.

- Viniendo de Leclerc movilizándose solo, todo es posible. Mañana se nos unen en el aeropuerto así vamos a Texas juntos.

No me sueltes - Capítulos perdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora