Me estaba dando cuenta de algo al tenerla en frente, aquí en medio de nosotros. No podía evitar pensarlo. Isabella Morets no encajaba, no armonizaba con Dhalia. Es como si la misma manada cantara que estaba en el lugar equivocado.Y era que nadie en la sala podía quitar sus ojos de ella. Su cuerpo curvilíneo y bien trabajado luce fabuloso dentro de su vestido color rosa ajustado. Su cabello cae en una coleta alta, sus ojos felinos viajan por cada uno de los presentes.
—¿Se quedaron sin lengua o es que aún son unos neandertales que no han aprendido a hablar?
Enzo intenta decir algo, la Luna también. Pero es que han quedado impactados.
—Isa —intervengo, camino en su dirección.
—No sé que apesta más en éste lugar, ¿si la plaga o sus líderes?— me da una mirada desdeñosa.
—¿Cuándo llegaste?
—¡Oh! —finge admiración—. Ahora sí existo, Judas.
Pongo los ojos en blanco. Se cruza de brazos evitando mirarme, la he herido. Jamás nos hemos guardado secretos.
—Perdóname, ¿sí? —la abrazo, no me lo devuelve al principio, sin embargo, pasan solo segundos hasta que me rodea.
Su aroma a fresas me envuelve y se siente como en casa. Como cuando estábamos pequeñas y tenía miedo a la oscuridad. Isabella siempre aparecía con una lamparita y me decía que nadie se metería conmigo si me quedaba junto a ella, ni el monstruo más feroz iba a atacarme si ella estaba conmigo.
—Te extrañé muchísimo — le digo cuando nos separamos. Ella me sonríe.
—Y yo a ti, como no tienes idea.
—Iba a contarte todo, pero no sabía como.
—Fácil, empezando con que el lazo siempre ha sido una mierda —Cierro mis ojos pidiendo clemencia— ¿No lo crees, rubio?— me afianzo a su brazo cuando la veo avanzar.
Mis alertas se encienden, los chicos toman posturas rectas. No van a tocarla, lo sé. Pero no pueden evitar sentir que es una amenaza, hasta yo lo siento.
Isabella me arrastra, pasa al lado del Alfa pero lo ignora olímpicamente, llega en medio de las dos camillas, donde un Nick tiene su cabeza gacha y Liam la mira atento.
—Isa, por favor—le suplico cuando nos hace quedar delante de él.
—Isabella...—intenta Liam.
—Deja esas mierdas para alguien más. Deberías agradecer que fue Anne la Morets que te tocó por compañera — lo señala con su dedo, Liam aplana los labios—. Y discúlpame, pero es que no me gusta eso de que la gente se crea que en verdad soy la víctima, yo si devuelvo todo lo que me hacen.
—Él es intocable, Isabella Morets—le sentencio colocándome al lado de ambos.
—Lo sé, siempre lo ha sido —lo analiza con detenimiento—. Es una lástima, no sabes como odio ese puto azul que vuela a tu alrededor, es lo que me ha detenido a partirte la cara desde hace tiempo.
—Hazlo —dice Liam. Me escandalizo.
Mi hermana sonríe grandemente.
—Isabella...—siseo.
—Resulta que ahora eres valiente.
—Eres mi cuñada...
La carcajada de la pelinegra explota. Me coloco en frente de mi mate, preparada para cualquier cosa. Conozco esa risa.
—Vuelves a llamarme así y te juro que te cortaré la lengua mientras estás durmiendo.
No es una broma, a pesar de que nos muestra su fila perfecta de dientes, la amaneza va en serio.
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Amando Al Beta © [ L. I. 1 ]
WilkołakiLiam es un chico demasiado dulce. Es Valiente, responsable y amoroso. No hay nada más importante para él que su círculo íntimo, sus camaradas. Más que sus amigos, son su familia. Habían crecido juntos desde niños y habían logrado crear un lazo inde...