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La noche había llegado pero la mansión continuaba despierta, las luces de colores iluminaban el patio, el alcohol en las mesas sobraba y la piscina estaba llena de inflables.

—¿Todo esto solo para celebrar que pude matar a alguien yo sólo? —Pregunto Obito, le sorprendía que hicieran toda una fiesta por haberse ganado su posición como asesino.

—Esto y más. —Exclamo Kakashi.

Sebastian salió de la mansión y puso mas botellas de variado alcohol y copas en la mesa.

—Sebastian quedate y celebra con nosotros, tu eres de la familia. —Sugirio Rin.

—Gracias por la sugerencia pero ya estoy viejo para estas cosas, voy a mi habitación a dormir, cuiden el volumen niños.

—Esta bien.

Los tres estallaron a carcajadas en cuanto Sebastian entró.

—Y al final a los dos mayores homicidas de estados unidos los manda su cuidador y mayordomo. —Bromeo Obito.

Todos se rieron nuevamente y se sentaron un rato en las sillas para comenzar a beber, decidieron empezar con una botella de vino.

Los efectos del alcohol se hicieron presentes en Rin, su cuerpo era el menos resistente, ella fue la primera en meterse a la piscina, se deshizo de la bata que llevaba debajo de la cual llevaba su traje de baño un bikini rojo y llamativo. Rin hizo un clavado y entró a la piscina comenzando a nadar con uno de los inflables que tenía la forma de un ganso rosa.

—Entren a la piscina.

Obito y Kakashi rodaron los ojos al tiempo, sus miradas chocaron y una sonrisa se formo en sus labios. Los dos brindaron con sus copas y se levantaron.

Kakashi se quito la camisa y bermuda, debajo llevaba un short de baño color negro, pero su torso estaba desnudo y se notaba que el trabajo como asesino serial le daba una excelente condición física.

Obito se sonrojo y volteó la mirada para evitar ver el cuerpo de Kakashi. El pelinegro se quito la bermuda y el beso, de igual forma llevaba un short de baño color negro, pero a diferencia de Kakashi lo acompañaba un buso de baño del mismo color que se pegaba a su cuerpo marcando sus músculos los cuales eran generosos por el entrenamiento como oficial de policía y ahora como asesino.

Kakashi se sonrojó.

—¡A la piscina mirones!

Ambos salieron del trance en el que se encontraban, el primero en entrar fue el albino que se lanzo de clavado.

Obito acercó las copas y botellas a los muros de la piscina para que no tuvieran que salir nuevamente y luego se lanzo de clavado.

Como si fueran niños, pero con alcohol los tres comenzaron a jugar en la piscina se lanzaban las pelotas, hacían guerras de aguas, hicieron una guerra de jinetes subidos en los infables la cual gano Kakashi, incluso comenzaron a jugar los típicos juegos infantiles de piscina como el tiburón, la lleva o las traes.

Las botellas de alcohol comenzaban a escasear y las copas a ensuciarse.

Los tres corrían, nadaban y saltaban en los alrededores del patio y la piscina.

El exceso de alcohol causó que a Rin comenzará a dolerle la cabeza y se cansará por lo que se acosto en uno de los infables, los dos varones por el contrario tenían energias de sobras, ambos se lanzaban agua, en esta ocasión Obito venció a Kakashi, como resultado el pelinegro quedó mojado, se había dejado crecer el cabello en los últimos meses así que este le tapo los ojos, se levanto el mechon, sintió un ardor al intentar abrir los ojos y comenzó a frotarse los ojos.

—¿Estas bien? No hagas eso, te ardera más.

Kakashi se acercó algo preocupado y tomo de las manos a el Uchiha impidiendo seguir. Obito abrío los ojos lentamente y consiguió visualizar a el albino, se sonrojo.

Kakashi se fijo en sus ojos negros para asegurarse de que estaban bien, se sonrojo.

Kakashi era más alto así que Obito podía dismular que se fijaba en su abdomen. El Uchiha se fijo en los ojos del albino, ahora fue Kakashi quien se sonrojo. Ambos sintieron la tensión de ese momento, el calor y alcohol se estaba apoderando de ambos, aún así sus mejillas ardían más que la calentura en la situación.

Rin observaba todo con una sonrisa tonta, bebió de su copa y celebró internamente.

Obito decidió romper el silencio ardiente entre ambos, puso su mano en las mejillas de Kakashi, las sintió calientes, pero eso no le impidió lanzarse a besar sus labios. El gesto fue correspondido por el albino. Ambos se unieron en un corto y cariñoso beso, pese a el alcohol quisieron que el primer encuentro de sus besos fuera tierno e igualitario.

—Mis papis. —Exclamo Rin.

Los tres se rieron.

—Eres la mayor.

—Y como soy la mayor los conozco a ambos, se exactamente lo que quieren hacer, me voy a dormir, no lo vayan a hacer aquí, vayan a la pieza y pongan seguro.

Rin salió de la piscina, tomo una de las botellas que quedaba y una de las copas, caminó hacía la puerta y devolvió su mirada. Los dos varones se veían bobamente entre si esperando quien haría el siguiente movimiento.

—Ya follen o algo.

—¡Rin! —Gritaron ambos.

Antes de entrar la chica les saco el dedo y la lengua.

Durante varios minutos los dos siguieron viendo se el uno al otro. Kakashi acariciaba las mejillas y el cabello de Obito en breves momentos. Volvieron a besarse pero esta vez el beso fue sucio, se convirtió en una batalla interna por ver quien lo dominaba que se expandió hasta el final de este, un hilo de saliva quedó entre ambos por unos segundos, la falta de aire hizo que ambos jadearan.

—¿Vamos arriba? —Pregunto Obito mientras acarició el espacio entre los pectorales de Kakashi.

—Me parece perfecto.

Obito y Kakashi se besaron de forma suave nuevamente, acariciaron y unieron sus cuerpos. El albino ayudo a el pelinegro a deshacerse de la camisa, volvieron a besarse, acariciarse y frotar sus torsos desnudos.

La necesidad ya comenzaba a ganarles así que entre besos, risas y caricas salieron de la piscina, entraron a la mansión y a la habitación de Kakashi. Sus cuerpos se unieron en la pasión que la noche les entrego.

Rastro de Sangre (ObiKaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora