Rastro de Sangre (ObiKaka)

41

Kakashi caminaba entre los pasillos, el lugar se sentía silencioso, no parecía el bastión de seguridad que aparentaba, a el mismo le sorprendía haberlo tomado con relativa facilidad, aunque todo gracias a las investigaciones de su tía y el equipo de inteligencia, a ningún Lucifer del pasado se le habría ocurrido o siquiera imaginado poder atacar a un presidente ofensor sexual y menos aún en la misma casa blanca.

Visualizó a dos hombres en traje viendo s los alrededores y armados, se escondió entre los pasillos antes de que pudieran notar su presencia.

—Me da miedo el mero hecho de que hayan entrado, se supone que este lugar esta preparado para todo posible ataque. —Se quejo uno de los hombres

—Muy preparado no estaba por lo visto.

El albino se acercaba lentamente escabullendose, entro a la habitación en dónde antes estaban y se escondió tras la puerta, tenía el revolver en mano en casl de emergencia. Los hombres se devolvieron caminando y no supervisaron tras la pared de la puerta de la habitación, tenían la confianza de que no había nadie pues acababan de salir de allí y el pequeño segundo en el que se daban cuenta de la presencia de Kakashi tras entrar fue suficiente para que el albino los tomara de la cabeza y las golpeara la una contra la otra.

—Lo siento. Se nota dolió. —Se disculpó Kakashi aunque nadie lo escuchaba, si bien en su discurso había dicho que no tendría piedad, claro que la tenía, existía la probabilidad de que fueran hombres inocentes y eso bastaba para él.

El joven escucho sonidos, una mujer blanca llegó corriendo a la puerta, pero no tenía el arma en manos, sus ojos se abrieron como platós y en el tiempo que saco y disparó el arma Kakashi dio un salto para evadir el tiro y preparar su arco lanzando una flecha con un tranquilizante que dejo a la mujer dormida en segundos.

Kakashi siguió avanzando entre las habitaciones.

—Veo uno en la habitación que sigue, deja nos encargamos. —Dijo Tsunade en el micrófono.

—Encargate.

El robot se dirigió a la habitación y electrocuto a el hombre suavemente. Mientras Kakashi camino y observó a un solo hombre armado mirando hacía los lados, le arrojó uno de los tranquilizantes durmiendo lo en segundos.

—Venci a otro. —Hablo Tsunade

—No es competencia, pero yo también a dos.

Kakashi comenzó a caminar hacía un pasillo, escuchó varios disparos y volteó a ver viendo como el robot había recibido el impacto de la bala.

—¡Le di! —Grito una mujer. —Mierda, ¿no tengo balas y tu? —Su compañero nego.

Kakashi se mostró ante ellos, tronó sus dedos. Otros dos hombres aparecieron a la espalda de los oponentes del albino, ellos si tenían balas. Kakashi se escondió detrás de la pared del pasillo y atacó con su arco en el momento en que cargaban balas. Los dos sin armas intentaron ir por las de sus colegas, pero no les fue posible.

—Ni siquiera lo intenten. —Dijo Kakashi con una mirada asesina.