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—¿Ya llegamos? —Pregunto un curioso Obito.

Rin, Kakashi y Obito se desplazaban en un camión de carga, Sebastián tomaría un vuelo. Rin era la conductora ya que su rostro era el menos publico aún así por preocupación había cortado su cabello y lo tiñio de negro, ahora parecía una tomboy, por otra parte los dos enamorados iban en el vagón el cual estaba acondicionado para que no se les acabará el aire, además tenía insumos y una pequeña barrera de varios productos en caso de que oficiales de policia o cualquier otro quisiera revisar el interior del vehículo.

—Ya casi Obito. —Respondio Kakashi. —En realidad no, para llegar hasta Washington son dieciséis horas.

—Eso es mucho. Necesitamos tomar un descanso.

—Salir es muy arriesgado, pero tienes un punto, no podemos perder las costumbres y además en estos momentos mas que nunca debemos estirar.

—Genial.

—Revisare el mapa. —Obito busco la ubicación en su telefono y se fijo en el trayecto estableciendo tres paradas en el camino que debían tomar en promedio cuatro horas de camino cada una. —Rin. —Le hablo por el audífono.

—¿Todo bien Kakashi? —Respondio la chica.

—Si. Estaba pensando en que sería mejor hacer paradas para tomar descansos y calentar, lo que se viene es realmente pesado.

—Eso hará el viaje mas largo pero tenemos tiempo de sobra así que está bien.

—Bien nos detendremos en Orlando, allí tenemos una residencia y vehículos así que haremos cambio, eso incluye que Obito y yo tendremos que teñirnos.

—¿Espera que? —Hablo Obito sin saber si entendió bien, el pelinegro nuca penso en teñirse.

—Nos quedaremos a dormir en Orlando y podremos salir de cacería, no creo que se den cuenta ya que nunca actuamos allí y deben pensar vamos a estar escondidos. Luego nos detendremos en Savannah, Georgia.

—Alli no tenemos donde dormir.

—Ya me encargo de eso, conseguiré un apartamento en alquiler de forma anonima, tendremos que cubrirnos un poco. En Georgia la edad de consentimiento es dieciséis así que será interesante hacer cacería e incluso dejar el cadaver visible ¿No lo crees?

—Me parece perfecto.

—Y bien por último Florence, Carolina del Sur, no es una ciudad muy grande pero tiene la misma ley que Georgia así que podemos hacer algo al respecto.

—¿Donde nos quedaremos? ¿Hay apartamentos disponibles?

—Conseguire algo.

—Bien entonces vamos a Orlando.

—A Orlando.

—¡A Orlando! —Exclamo Obito.

Rastro de Sangre (ObiKaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora