TentaciónAquel sonido del taco de los zapatos chocando contra el suelo comenzaba a enloquecerlo, estaba tieso en su lugar, los nervios consumiendo su interior mientras el contrario se dedicaba a dar vueltas a su alrededor, observando su cuerpo con detenimiento, como si de un pedazo de carne jugosa se tratase.
El pelinegro detuvo su caminata y se quedó de pie frente al menor- Abre la puerta y entra- pidió con calma, sus ojos brillosos y una pequeña sonrisa asomándose en sus labios.
El castaño miró hacia la puerta y luego regresó la mirada hacia el mayor- ¿Qué encontraré dentro de la habitación?- preguntó en un susurro, observando como el pelinegro acortaba un poco más la distancia entre ellos.
- Depende de lo que quieras hallar- respiró hondo, detuvo sus pequeños pasos y se inclinó hacia el frente levemente, quedando a la misma altura que el castaño- Puede haber una hermosa mujer postrada en la cama, esperando por ti, y tal vez con ella puedas llegar al cielo y satisfacer tu apetito sexual- acercó su mano al rostro del menor y de el apartó un pequeño mechón de cabello- O puedes encontrar una sorpresa y llegar al éxtasis de distintas formas, encontrando el paraíso debajo de aquellas sábanas blancas, teniendo el orgasmo más placentero al que nunca antes habrías llegado- se humedeció los labios- Descubrir que puedes sentir placer en más de una zona de tu cuerpo.
Miró aquellos ojos negros con ansiedad, era tentador lo que sus oídos escuchaban con tanta atención, pero a la vez estaba temeroso de lo que pudiera llegar a pasar- Y ese placer...- empezó a hablar, mientras sentía el palpitar de su acelerado corazón chocar con fiereza contra su pecho- ¿Al lado de quien lo encontraré?- preguntó, sus ojos desviándose a aquellos labios rosados que se encontraban a pocos centímetros de distancia de los suyos.
- Entra y lo sabrás.
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Lust Flower |KookNam|
FanfictionSu llegada en aquel local había sido la clave para despertar el deseo y la curiosidad en un hombre serio, despectivo y egocéntrico. La flor de la lujuria era el mayor regalo que hasta ahora aquel hombre podía ofrecerle al mundo, pero la lista de fl...