Adelante
Las sombras se alargaban por las paredes, mientras una ligera brisa proveniente de la ventana abierta arrastraba las cortinas, llenando el lugar con un aire pesado. Con la mirada perdida, sostenía un vaso de licor en la mano, su reflejo en el vidrio de la ventana mostrando un rostro marchito y cansado.
Había pasado días hundiéndose en la miseria, embriagándose con la esperanza marchita de que el menor se presentara en su puerta después de haberle dejado su dirección, e incluso el código de su puerta. La promesa de que lo pensaría, un eco vacío que resonaba en su mente, lo había mantenido en un estado de espera torturador. El Lust Flower había permanecido cerrado, como si su propia vida hubiera quedado atrapada y sellada en ese lugar, marchitándose lentamente como flores sin agua.
El sonido de la puerta principal resonó, interrumpiendo sus pensamientos distorsionados. JungKook se incorporó despacio, sintiendo la pesadez de la botella en su sistema. Cuando la puerta se abrió, HoSeok apareció, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y determinación.
- JungKook, necesitas hablar- dijo con una seriedad que no admitía discusión, avanzando con pasos firmes hacia su amigo.
El pelinegro siguió mirando al vacío, incapaz de enfrentar la realidad de su situación. HoSeok se detuvo, observando las botellas vacías que acechaban en las mesas, el desorden, y el olor a alcohol que impregnaba el apartamento.
- Esto no puede seguir así- insistió HoSeok, su tono más suave ahora, intentando entrar en la burbuja de miseria que rodeaba al pelinegro- No estás bien. Lo sabes.
- Estoy bien- contestó, aunque su voz era un susurro quebrado. Se dio la vuelta, caminando en dirección al salón nuevamente, dejándose caer en el sofá una vez más. HoSeok lo siguió, sentándose a su lado.
- No, no lo estás- se inclinó hacia él, mirándolo a los ojos, tratando de romper el muro que había construido- ¿Desde cuándo te has convertido en esta extraña versión? Jamás pensé verte así por alguien.
El pelinegro sintió la angustia burbujear en su pecho- No sé qué hacer- confesó finalmente, sus ojos llenos de lágrimas reprimidas- No sé si NamJoon va a aparecer, si piensa perdonarme o no. No sé si hay algo que pueda hacer para cambiar esto- suspiró con pesadez, llevándose de nuevo el vaso a su boca, bebiendo de aquel líquido amargo- ¿Y si no me quiere de vuelta?- murmuró, derrotado- ¿Y si estoy destinado a ser solo un error en su vida?
HoSeok sintió que el corazón de JungKook se desmoronaba frente a él. Había conocido a su amigo durante años, y nunca lo había visto ser de aquella manera. La desesperación y el anhelo se mezclaban, y era como si toda la luz de su ser se hubiera apagado.
- ¿Y si fueras a verlo?- sugirió con duda, pero no encontraba otra manera- ¿Qué tal si te acompaño a la empresa? Tal vez el verlo puedes aliviar un poco el peso que llevas.
JungKook se quedó en silencio, la idea revoloteando en su mente- No creo que él quiera verme...
- Tal vez no lo quiera, pero quedarte aquí solo no te ayudará, y él también tiene que definir su situación. Estar atrapado en tus pensamientos no va a cambiar nada. Si realmente quieres verlo, estar con él o algo, yo te acompaño, y si te rechaza, también te acompañaré.
- Pensar solo en eso me hace sentir peor… - admitió, su voz era apenas un murmullo.
- Si no lo intentas, seguirás aquí con lleno de dudas en tu mente, ¿Qué es peor? ¿Verlo y que te rechace o seguir aquí ahogándote solo?- colocó una mano en el hombro ajeno, apretándolo levemente.
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Lust Flower |KookNam|
FanficSu llegada en aquel local había sido la clave para despertar el deseo y la curiosidad en un hombre serio, despectivo y egocéntrico. La flor de la lujuria era el mayor regalo que hasta ahora aquel hombre podía ofrecerle al mundo, pero la lista de fl...