La verdad
- Señor Park- dejó una taza de café en la mesa frente al rubio- Señor Kim- procedió a dejar la taza frente a él de igual forma, dio un paso para atrás, quedándose de pie frente a la mesa, con la bandeja aún en sus manos.- Muchas gracias- Jimin volteó a mirar a su secretaria y sonrió- Ya puedes retirarte- le permitió, la mujer hizo una reverencia y con paso apresurado salió de aquella oficina, dejando a ambos amigos hablar a solas.
NamJoon levantó las cejas en sorpresa del gran sabor que tenía el café, esa mañana no había querido tomar durante el desayuno, pero le había hecho falta.
- Muy bien- el rubio dejó la taza de café de nuevo en la mesa- Dime, mi pequeño ángel, ¿De qué quieres hablar?- el castaño rodó los ojos al escuchar ese apodo por segunda vez en el día, lo estaba sacando de sus casillas.
- Primero, no me llames así- procedió a dejar la taza sobre la mesa al igual que Jimin- Y segundo...- hizo una pequeña pausa, se recostó contra el espaldar del sofá y cruzó tanto sus piernas como sus brazos, lo fulminó levemente con la mirada y continuó hablando- ¿Con quién te fuiste anoche?- preguntó, si bien ya sabía, quería ver hasta dónde era capaz Jimin de mentir- Claramente no fue con Suni, ella se fue con YoonGi, y dudo que las noches anteriores haya sido con ella también, así que te pido...- el rubio tenía una expresión mezclada de sorpresa y nervios, NamJoon sonrió con una pizca de burla- Que me digas la verdad, ¿Con quién te fuiste ayer?- repitió una vez más- ¿Con quién te vas cada noche?- su mirada retadora, al igual que su posición, volvió por su taza de café y tomó otro sorbo, disfrutando de su sabor nuevamente.
Jimin se cubrió el rostro con ambas manos, sorvió por la nariz y soltó el aire que había estado reteniendo, comenzando a sentir una leve presión en su pecho, signo de los nervios que lo estaban comenzando a invadir- Muy bien, me descubriste- apartó las manos de su rostro y miró fijamente al castaño- No me he ido ni una sola noche con Suni- "confesó", NamJoon lo miró con una mezcla entre aburrimiento, decepción y obviedad.
- Creo que eso es más que evidente- rodó los ojos y tomó una posición más relajada, mientras que Jimin se sentía cada vez más perdido.
- ¿Y qué esperas que te diga?- se puso a la defensiva, intentando evadir la situación en la que ahora se encontraba- No puedo simplemente decirte quién es y luego presentarte con ella, ¿No crees?- se levantó y fue con paso nervioso hacia la ventana detrás de su escritorio, incapaz de seguir mirando a NamJoon.
- Jimin- el castaño lo llamó, pero al no recibir ni siquiera una mirada decidió ponerse de pie también, pero sin dar un paso hacia el rubio- ¿"Ella"?- bufó, se cruzó de brazos y lo miró con ironía- Sé de tus encuentros con el señor Jung- dijo fríamente, congelando a Jimin en su lugar.
- Que tú...- su corazón comenzaba a latir cada vez más rápido con el pasar de los segundos, sus manos comenzando a sudar- ¿Cómo...?- volteó a mirarlo, encontrándose con el castaño en medio de su oficina, con aquel rostro casi inexpresivo que casi siempre adornaba su rostro, mientras que sus manos se encontraban detrás de su espalda- NamJoon...
- Los ví anoche cuando iba de salida para mi casa- se acercó al mayor- Admito que no era algo de imaginar, pero pudiste hablar con nosotros, ¿No?- hizo referencia tanto a él como a YoonGi- ¿Por qué ocultarlo?- lo rodeó en un abrazo, siendo correspondido al momento por parte de Jimin, quien necesitaba sentir aquella calidez que el castaño le brindaba.
- Es que...- los ojos del castaño se apoderaron de su mente, su corazón presionó fuerte contra su pecho, llegando incluso a doler- Es complicado- esa era la verdad, era complicado; Jung HoSeok es complicado. Los ojos de Jimin se quedaron perdidos en un punto fijo de la habitación, mientras se aferraba a NamJoon, recuerdos de la noche anterior azotando su mente, las sensaciones comenzando a invadirlo nuevamente, un deseo haciéndose presente una vez más.
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Lust Flower |KookNam|
FanfictionSu llegada en aquel local había sido la clave para despertar el deseo y la curiosidad en un hombre serio, despectivo y egocéntrico. La flor de la lujuria era el mayor regalo que hasta ahora aquel hombre podía ofrecerle al mundo, pero la lista de fl...