Lust Flower |KookNam|

Capítulo 31

Asustado y Enamorado

El castaño cerró los ojos brevemente, como si al hacerlo pudiera borrar lo que estaba a punto de suceder. La incertidumbre y el temor se apoderaron de él al instante, llenando su mente de preguntas que no sabían si serían respondidas.

- ¿Quieres que vayamos a abrir?- preguntó el rubio, rompiendo el silencio inquietante que se había apoderado de la cocina. Su tono era ligero, un intento de aliviar la tensión, pero la preocupación en su mirada estaba presente.

- No...- contestó NamJoon, se sentía inseguro, pero tenía que hacerlo él- Voy yo...

Se levantó de la cocina, dejando atrás el aroma del café y el de la comida que habían preparado Jimin YoonGi. Caminó hacia la puerta, cada paso sintiéndose más pesado que el anterior, su respiración cada vez más irregular.

Abrió la puerta con duda, y ahí estaba el pelinegro, parado de manera casi tímida, con aquellos ojos negros rodeados en ojeras, y el rostro pálido y decaído. Por un segundo, todo se detuvo, era como si el tiempo mismo se hubiera congelado alrededor de ellos, con solo el ligero sonido del viento que entraba por la puerta abierta.

- Buenos días...- fue lo único que el pelinegro pudo articular, su voz en susurro.

NamJoon sintió los nervios retumbar en su interior- Buenos días...- ambos se miraron durante un instante que parecía fuera del tiempo, un momento lleno de silencio.

- ¿Puedo pasar?- preguntó finalmente JungKook, su voz era casi inaudible, como si temiera la respuesta.

El castaño asintió, abriendo un poco más la puerta para permitirle el paso. A medida que él pelinegro entraba, la lógica de lo que iba a suceder comenzó a desmoronarse.

Una vez dentro, la atmósfera se sentía tensa. Jimin y YoonGi, conscientes de que el momento requería intimidad, fueron al salón, observando cómo ambos se adentraban al mismo lugar.

- Vamos a dar un pequeño paseo por ahí- dijo el rubio, tratando de sonar casual mientras empujaba suavemente a YoonGi hacia la puerta principal- ¿Verdad, YoonGi?

El pálido lo miró con reproche- ¿Sin desayunar?- su estómago rugía hambriento, y, para ser sinceros, tampoco quería dejar al menor solo con Jeon.

- Te compraré algo en alguna cafetería, solo vamos- lo siguió empujando, mientras que el pálido se quejaba entre dientes- Nos vemos dentro de un rato- salieron de la vivienda, dejando un golpe seco al cerrar la puerta.

Una vez que se quedaron solos, el silencio pareció llenar el espacio como una manta densa. El mayor se movió un poco, como si quisiera acercarse, pero no sabía cómo iniciar la conversación.

- NamJoon...- empezó JungKook, pero su voz se desvaneció. Estaba luchando en su interior, su expresión era una mezcla de nerviosismo y vulnerabilidad.

El castaño sintió su propio corazón latir con fuerza mientras se esforzaba por encontrar las palabras- Lo siento, esto es muy difícil, tal vez no debí aceptar...

JungKook se atrevió a acercarse un paso más, cortando las palabras del menor, el cual pudo ver la intensidad de los sentimientos ajenos fluir a través de su mirada.

- No... no quiero que sientas que está mal. No quiero que te arrepientas- el pelinegro respiró hondo, intentando recopilar sus pensamientos.

- No puedo evitarlo...- admitió el castaño, encontrando un poco de valor- Anoche fue... no quiero ni decirlo.