Capítulo 4

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Maldito hombre


- ¿¡Qué sucede contigo!?- gritó el rubio histérico, saliendo detrás del castaño, quien iba casi corriendo hacia el auto, el mayor lo detuvo tomándolo por los hombros y lo volteó, quedando frente a frente- ¿Qué fue eso hace un momento? ¿Puedes explicarte?- estaba ofuscado, se encontraba más que molesto y frustrado, una vez más NamJoon lo había dejado a medio camino de su noche con la pelirroja.

El castaño se volteó, estaba tenso, molesto y asqueado, simplemente había vuelto a ver la misma escena que la noche anterior, solo que está vez parecía que aquel pelinegro si disfrutó de la dulce compañía que tenía a un lado- Esa chica no me gusta- dijo refiriéndose a Nari, quien hasta hacia unos minutos había intentado meter su mano en lugares donde no era bienvenida, NamJoon no buscaba eso, a penas y la conocía- Este lugar me repugna y me niego a volver a poner un pie allí dentro, buscaré otra maldita manera de regresarte el dinero que gastaste para traerme a este sitio, pero no volveré, Jimin, no más sorpresas- se volvió a girar, comenzando a caminar nuevamente hacia el auto, siendo perseguido de nuevo por el el mayor- No debí haber salido de casa esta noche- masculló entre dientes, recordando un sin número de escenas, necesitaba que alguien le hiciera el favor de borrarle la memoria.

Bastó con un cruce de calle para llegar al auto, Jimin lo abrió y ambos subieron en el, el menor se apresuró a ponerse el cinturón de seguridad, pero al ver que no arrancaban volteó a mirar al rubio, quien lo miraba como si quisiera matarlo en ese preciso momento- ¿Sabías que dañaste por segunda vez mi noche? Yo no sé qué más hacer contigo, NamJoon- volvió la vista al frente y arrancó el coche- Te irá mal la próxima vez- sentenció, el castaño lo veía con el ceño fruncido, sin entender muy bien lo que el mayor quería decir con eso, pero poco le importó cuando ya estaban de camino a casa, solo quería dormir, levantarse al siguiente día e ir a trabajar, como siempre, volver a su querida y amada rutina. No habría una próxima vez, él no regresaría de nuevo al Lust Flower.

Unos veinte minutos pasaron antes de que el edificio donde vivía NamJoon se dejara ver, Jimin aparcó el auto al estar frente a él y miró al castaño de la misma forma que cuando salieron del burdel, el menor le devolvió la mirada y luego volteó los ojos- Ya deja de mirarme así, no he cometido ningún crimen- fue diciendo mientras se quitaba el cinturón, deseoso de salir del coche e ir a su departamento y darse una ducha de agua caliente.

- Has cometido mucho más que eso- respondió Jimin volviendo la vista al frente, suspiró y chocó su frente contra el volante- El sexo es preciado, NamJoon, si no tengo mi dosis seré un patán por los próximos días hasta volver al Lust en fin de semana, eres cruel- se lamentó, recordando como hacia solo unos minutos estuvo a punto de ocupar una de las habitaciones de aquel lugar en compañía de Suni- Tienes que volver conmigo a ese lugar- volteó a mirar de nuevo al menor- Mañana si hace falta- estaba necesitado y ansioso, tenía que meter a la pelirroja debajo de sus sábanas a como diera lugar, jamás se le habían complicado tanto las cosas y el castaño se tendría que responsabilizar por ello.

NamJoon abrió los ojos en grande al escuchar al mayor- No, eso no pasará- se apresuró a decir, quiso abrir la puerta y salir del coche pero el rubio no había quitado el seguro- Ábreme la puerta- exigió, su ceño fruncido ante la molestia.

- Eso no pasará- repitió las palabras del menor, sonriendo al decirlo- No te bajas hasta que yo obtenga una respuesta afirmativa- no quería regresar a ese lugar solo, solo había ido dos veces con NamJoon pero ya se le hacía muy necesaria su compañía para ir a aquel local.

- No habrá una respuesta afirmativa, no volveré a ese lugar- se echó hacia atrás en el asiento y miró el edificio frente a él, solo quería ir a su hogar, ¿Era mucho pedir?- Mucho menos un domingo, me niego, Jimin- lo volteó a mirar nuevamente- No me gusta ese lugar, ni la gente que lo frecuenta- dijo al recordar aquel pelinegro que no dejaba de atormentarlo, aquella mirada no le daba buena espina, era mejor evitar volver a pisar aquel sitio.

Lust Flower |KookNam| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora