Una semana después
Ali Mahala
4:16 A.M
—¿Hola?—tomo la llamada frunciendo el ceño con molestia
—Ali...—la voz temblorosa de Kailani suena del otro lado y me siento en la cama extrañado ante su llamado
—Mi Luna—murmuro—¿A qué se debe tu inesperada llamada?
—Tenemos que vernos—pide y frunzo el ceño—. Ali, quieren acusarme de traición, los videos de aquella noche en Londres fueron llevados al consejo, por favor—la vulnerabilidad y súplica en su voz hacen que una necesidad de protegerla surja en mi
—¿Dónde estás?
—En florencia, en un motel—responde sorbiendo de su nariz
—Tomo un avión, mándame la dirección del hotel y no salgas de ahí—pido y murmura un "bien" antes de colgar
Acusarla de traición por un error mío, joder. Esa noche no estaba entre mis planes verla, pero no pude resistirme cuando la ví triste sentada en aquella banca. Fue como si mi cuerpo me exigiera consolarla y quitar esa mirada triste de sus hermosos ojos.
Ella causa sensaciones extrañas en mí, sensaciones que nunca había tenido, y jodidamente es un arma de doble filo en mi plan, pero no me importa.
Hallaré la forma de sacarle provecho a esa acusación de traición.
***
Florencia, Italia.
6:30 A.MBajo de la camioneta y frunzo el ceño ante el hotel de mala muerte dónde Kailani se esconde.
Mehmed, mi mano derecha y hombre de confianza camina a mi lado mirando con asco a nuestro alrededor.
Hay algunos drogadictos fumando en las escaleras, algunas prostitutas ofreciéndonos sus servicios y también traficantes que retroceden al reconocernos. En conclusión, están entre la escoria.
A medida que nos acercamos a la habitación que mencionó Kailani puedo escuchar gritos dentro y mis alarmas se encienden obligándome a apresurarme.
—¡Esto no era parte del plan!—reconozco la voz de Christopher—¡Te besaste con el maldito de Ali Mahala, ¿Qué mierda te pasa?!
Abro la puerta y mi cuerpo se tensa ante la imagen de Kailani llorando sentada en la cama retraída cuál niña aterrorizada mientras Christopher está parado frente a ella gritándole
—Chris...—ella intenta tocar a su hermano quién se aparta como si le diera asco logrando que el dolor brille en los ojos de la rusa—. Chris, te aseguro que solo fue un desliz, no fue nada...
—Te besaste con el aliado del hombre que secuestró y torturó a mi esposa—toma la mandíbula de la chica que cierra los ojos con una mueca de dolor
De inmediato me apresuro hacia ella y empujo a Christopher lejos de la mujer que solloza detrás de mi.
—Buenos días, Coronel—mi voz sale fría y calmada—. Le agradecería que no tocara así a Kailani porque me veré obligado a cortarle la mano si vuelve a herirla.
No me importa cuál sea su apellido ni su trabajo, nadie va a tocarla así.
Christopher me mira con burla y una mujer rubia entra a la habitación haciendo que Mehmed y yo le apuntemos
—Bastardo—sisea en dirección a Mehmed que le sonríe con cinismo
—Es mi amiga—habla Kailani y volteo a verla enfureciéndome ante su actitud retraída y asustadiza.