—¡¿Te lo follaste?!—chilla Kim y tapo su boca alarmada
—Joder, baja la voz—mascullo sonriéndole a Lucian que estudia en la sala antes de mirar a Kim con reproche—. Hay un niño aquí, y Halcones que no deben enterarse
—Querida, ¿En serio crees que a Ali le importa lo que piensen sus hombres?—bufa—. Salió de tu habitación abotonándose la camisa sin vergüenza alguna
Abotonándose la camisa luego de darme un delicioso orgasmo unos minutos después de despertar, si, lo recuerdo.
—Si, se quedó a dormir anoche—asiento—. ¿Es raro si te cuento que dormí en su pecho? No lo sé, me siento...
—Hija de perra, no puedes enamorarte de ese hombre—me regaña pero no puede ocultar la emoción en su voz—. ¿Sabes lo que pasaría con tu carrera? ¿Lo que haría Christopher?
—No voy a enamorarme de nadie, idiota—ruedo los ojos—. Solo follamos, y voy a disfrutar esto todo lo que pueda antes de destruirlos.
La idea me pesa en el estómago como si fuera una mala noticia.
Joder, solo estoy afectada por la follada, no estoy enamorándome del jodido líder de los Halcones Negros.
—Cariño—Kim aprieta mi mano mirándome con calidez—, es en serio, no quiero que sufras por un amor prohibido.
—Amor prohibido—ruedo los ojos—. Tú y tus locuras de series turcas. Deja de hacerte novelas, no es un amor prohibido.
—Si te sientes bien creyendo eso...—se encoge de hombros y golpeo su brazo haciéndola reír—. Solo bromeo, pero ten cuidado.
—Lo tendré.
—Buenos días—Antoni entra a la sala y ambas nos levantamos—¿Cómo durmieron?
—Muy bien, gracias—digo y Kim sonríe con diversión—. Ehm, queríamos saber cuál es el siguiente paso, líder.
—Puedes decirme Antoni, somos familia—me pide y le doy una sonrisa conteniéndome de mandarlo a la mierda
No entiendo como un dulce pequeño como Lucian es familia del bastardo infeliz de Antoni.
—Bien, Antoni—asiento—. ¿Cuál es el próximo paso?
—Por ahora van a entrenar con los Halcones, empezarán desde abajo, por supuesto—nos dice y asentimos—, luego veremos el resto.
—Bien—asiento sin poder evitar mirar a Ali cuando entra a la sala—. Buenos días.
—Buenos días, señoritas—asiente antes de mirar a Antoni—. ¿Me llamaba?
—Lleva a las señoritas al entrenamiento con tus hombres—le ordena y Ali asiente un poco reacio a la idea—. ¿Algún problema?
—No, líder.
—Perfecto, yo voy al laboratorio—pasa por su lado y miro a Kim que se encoge de hombros
El laboratorio es uno de mis objetivos. Necesito descubrir la fórmula del HACOC para saber lo que necesitamos para crear la cura.
Como bioquímica, también era la mejor opción para entrar en el laboratorio de Antoni, pues quiera o no, yo tengo más conocimientos de los que él tiene.
—Vamos—Ali llama nuestra atención y lo seguimos
***
—Formen—ordena Ali en cuanto entramos al enorme gimnasio y sus hombres obedecen rápidamente acercándose a nosotros—. Las mujeres que ven aquí son dos nuevos miembros del clan, Kim y Kailani.