Una semana después
La islaReece
—Kailani—pongo mi mano sobre el hombro de mi sobrina y ella se encoge más en el sofá haciéndome apretar los labios antes de soltarla—. Muñequita, tienes que comer algo.
Ella ni siquiera me mira, mantiene su vista en el jardín dónde los perros de Ali juegan entre sí
Una semana ha pasado, Ali ya fue sepultado y sus días se resumen en no hablar, no comer, moverse del sofá de la sala para ver a los perros en el jardín a su habitación para dormir. No mira a nadie, no habla con nadie, simplemente se cerró a todo lo que no sean esos perros que corren en el jardín.
Me preocupa su estado, debe comer, debe hacerlo si quiere que ese bebé que sigue en su vientre crezca sano y fuerte.
»Te dejaré la comida aquí—dejo la lasaña en su regazo—. Mamá la hizo para ti, tal como te gustaba cuando eras pequeña
Nada. No se mueve, solo parpadea.
Suspiro antes de volver a la cocina, dónde mi madre y Sara me miran a la espera de noticias pero simplemente niego haciéndolas lucir preocupadas.
Ya toda la familia lo sabe, sobretodo porque Christopher fue quien dijo que lo más probable era que ese bebé fuera del "bastardo" de Ali Mahala.
Kailani ni siquiera lo miró, simplemente pasó por su lado luciendo como si estuviera muerta en vida.
—Debemos buscar un psicólogo—propone Sara—, no podemos dejar que esto siga así, ella...—sus ojos se llenan de lágrimas—, ella se está dejando morir.
—Bueno, su hermano participó en el asesinato del hombre al que ella amaba—le recuerdo—. Casi pierde a su bebé por la misma razón.
—Voy a matar a Christopher—masculla mi madre con enojo—. Eso no fue lo que le enseñamos, ¿Herir a su hermana de esa forma? ¡Por Dios!
Aprieto los labios tomando asiento frente a la barra.
—Christopher estaba cegado por la ira—suspiro—, cree que Kailani lo traicionó y que Ali fue parte fundamental de lo que le hicieron a Rachel.
—Claro, y por producto de esa ira no solo mató al verdadero culpable sino a un soldado de la FEMF y al padre de su sobrino—bufa—. Si Kailani está así es por su culpa; amo a mi nieto, pero cuidar de su hermana fue lo que más le enseñamos y es lo que menos ha hecho.
Mi madre ama a Christopher y Kailani como si fueran dos hijos más, pero Kailani es la única mujer en la familia, es la pequeña protegida de todos y el hecho de que ella esté en ese estado por una acción precipitada de Christopher por supuesto que la saca de sus casillas.
—Hablaré con Cho, ella quizás pueda ayudar—suspiro antes de levantarme y dirigirme fuera de la casa
***
Kailani
Todo es dolor
Acaricio la cabeza de Rocco, que hace un par de minutos vino a mi pidiendo mimos luciendo bastante triste.
Lo entiendo tanto, yo me siento igual o peor que él.
No siento ánimos de nada, mi garganta está totalmente cerrada y la comida no me pasa. No hago más que recordarlo todo el día y llorar a mares por no sentirme capaz de cuidar de este bebé yo sola.
«No puedo, no sin él»
La única razón por la que sigo aquí es mi bebé, esa es la realidad.
Quiero levantarme, quiero seguir adelante pero no puedo, siento que me arrancaron el corazón a carne viva y me estoy desangrando lentamente.
No pienso en nada más que en ese bebé y el hecho de que le estoy fallando «Ali probablemente piense que lo hago mal, que no era tan fuerte como todos creían»
—Kailani—escucho la voz de Reece y limpio las lágrimas que resbalan por mis mejillas mientras escucho los pasos acercarse—. Alguien quiere verte.
—Hija—la voz de Alex me hace tensar y trago grueso cuando Christopher se para frente a mi. No lo miro, mantengo mis ojos en sultán que juega en el jardín—. Kailani...—intenta tocarme y me aparto como si quemara
«Lo hace»
—No nos habla, no come—les informa Reece y ambos se tensan—. Estamos preocupados, no solo por ella, sino por el bebé.
—Maldita sea—masculla Christopher antes de agacharse frente a mi y por fin lo miro a los ojos haciéndolo apretar la mandíbula—. Kai...
—Eres un asesino—mi voz sale ronca pero aún así se nota el desprecio—. No tienes idea de cuánto te odio, Christopher, eres el ser más despreciable que existe y me da asco tener lazo sanguíneo contigo.
Su expresión cambia a una perpleja y aprieta los labios antes de que yo mire a Alex.
»Y tú—niego—. Siempre fuiste un asco de padre, pero ahora veo que no eres un asco solo como padre sino como persona. No quiero a ninguno de los dos cerca.
—Kailani, debes entender...—Christopher intenta hablar
—¿Qué cosa?—lo interrumpo—¿Que tu puedes ser feliz y el resto no? ¿Que eres un hipócrita de mierda? ¿Que tú también eres un asesino, incluso peor que muchos y aún así te atreviste a juzgarme? ¡Te odio! ¡No sabes cuánto deseo cambiar mi ADN y no ser tu familia!
»Siempre te quejas de que yo soy una caprichosa, pero tú eres un egoísta de mierda—siseo—. Crees que todos están mal menos tú, y la realidad es que no eres más que un ser despreciado hasta por su propia familia, ¿Y sabes por qué? Porque te lo mereces, te mereces cada cosa mala que te pase.
Me levanto del sofá y miro a Reece.
—Mañana me voy de la Isla—miro a Alex—. Y pronto te llegará mi renuncia a la FEMF.
Subo las escaleras lo más rápido que puedo y al entrar a mi habitación me dirijo a mi maleta para tomar una de las camisetas de Ali y ponérmela antes de meterme en la cama.
Llevo mis manos a mi vientre y respiro profundo.
—Saldré adelante, bebé—murmuro—, te lo prometo, no te voy a fallar.