Cap 7

1.9K 184 3
                                    

Todo salió tal como lo planeamos. Ahora estoy dentro de la pirámide.

Kim y yo esperamos sentadas en el sofá de la sala mientras Ali busca a su líder. Ambas debemos hablar con él y es Antoni quién toma la decisión definitiva.

—¿Lo seduces tú o lo hago yo?—me pregunta Kim y río encogiéndome de hombros antes de que ella mire la blusa de tirantes con escote bastante profundo que deja ver una buena parte de mis pechos—. Lo haces tú, y pon esa mirada de cachorro que necesita protección, eso servirá

—¿Cachorro?—frunzo el ceño— no tengo una mirada de cachorro

—Cariño, si la tienes—asiente levantando las cejas—. Tienes muchas miradas de las que no te das cuenta, te es muy fácil manipular por eso.

—Creí que era por mi belleza—hago un puchero y ríe

—Oh, eres una desgraciada mucho más hermosa que cualquier mujer en este maldito mundo—asiente—, en efecto, tus ojos y belleza ayudan mucho al manipular, pero eso ya lo sabes, eres la experta de las dos.

—No soy experta—me defiendo y bufa

—Tu hermano te creyó lo suficientemente capaz de seducir no solo a Ali, sino también a Antoni—me recuerda—. Kai, eres la única mujer que puede poner a cualquier hombre a sus pies con solo un par de palabras y una mirada; has manipulado a muchos en las misiones saliéndote con la tuya siempre. Eres una jodida experta.

Si, probablemente Christopher me creyó capaz luego de ver los videos de seguridad de ese día en el parque.

Su enojo fue absolutamente genuino mientras discutíamos, y me sorprende muchísimo que se haya contenido de matar a Ali justo en el momento en que lo vió.

Me regañó y gritó por tal cosa que hice, pero le prometí que había sido un error, un reflejo por la tensión del momento y que podíamos aprovecharlo para joder al árabe.

—Si lo dices así me subes el ego—río guiñándole un ojo y me mira con los ojos entrecerrados mientras se sonroja—. Oh, vaya, ahí veo lo que dices.

—Idiota—bufa y sonrío

Mi sonrisa desaparece cuando Ali entra a la sala seguido por Mehmed, su hombre de confianza y mano derecha, y Antoni.

El capo es sin duda un poco más imponente de lo que creí, pero no lo suficiente para opacar la imponencia que Ali transmite aún sin expresión alguna en su rostro.

Detallo al árabe de forma distraída notando que parece luchar por no mirar en mi dirección. ¿Qué haces, Ali?

Su cuerpo luce tenso, su pecho y brazos son forrados por la camisa de vestir blanca que resalta sus tatuajes y mirada peligrosa.

La belleza y el peligro en un hombre. Eso es Ali Mahala.

—Buongiorno, signorine—la voz del líder me distrae y ambas nos levantamos

Ali nos mira como si esperara que cumpliéramos su petición.

Bajen la cabeza ante el líder.

En sus jodidos sueños voy a bajar la cabeza ante el bastardo infeliz de Antoni Mascherano.

Kim lo hace, pero yo miro directamente a los ojos del italiano notando el brillo de curiosidad en ellos ante mi audacia

—Antoni—asiento en reconocimiento y él enarca una ceja logrando que Ali se enderece—. Diría que es un gusto estar aquí pero la verdad es que no, porque no tengo opción.

—Ali me habló de ello—se acerca a mí con una pequeña sonrisa plasmada en sus labios y toma mi mano dejando un beso en el dorso—. Kailani, lamento lo qué pasó; creí que el Coronel sería bueno al menos con su hermana.

ForbiddenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora