─ chapter thirteen

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A LAS DOCE SALE EL AUTOBÚS HACIA EL AEROPUERTO.

Alba volvió a observar el mensaje, para luego ver la hora en la esquina superior de la pantalla "11:20 AM". Si quería llegar a tiempo debía salir en ese mismo instante, porque si bien la Universidad Nacional de Qatar no quedaba tan lejos de donde se estaban hospedando, tampoco quedaba tan cerca, y tenía al menos unos quince o veinte minutos de viaje en auto.

La actriz tomó su teléfono y su mochila negra, que contrastaba con la remera blanca que llevaba, pero iba a juego con el pantalón wide leg negro. Asegurándose de que la puerta estaba bien cerrada salió del departamento y del edificio, con las llaves del auto alquilado en sus manos, ya que gracias a que Candela y Álvaro habían salido con el Cuti y Karen en el auto que la mujer del Cuti había alquilado, el de ellos había quedado libre para que lo usara.

En unos minutos estoy ahí, ya estoy saliendo.

Luego de enviar el mensaje, Alba encendió el vehículo y lo puso en marcha saliendo del estacionamiento del edificio. El día anterior, cuando había salido a comer con la familia González lo había pasado increíble, se había reído como nunca gracias a las cosas que Fer y el padre de los chicos decían para tratar de subirle el ánimo a Pedri, y con las anécdotas de ambos que contaba María. Sin duda la habían hecho sentir muy cómoda, y Alba ya los adoraba, de la misma forma en la que ellos ya la adoraban a Alba.

Pero todo lo bueno en algún momento tenía que llegar a su fin, y ahora se estaba dirigiendo al fin de lo que había comenzado con Pedri en Qatar. Ya no iban a hablar todos los días, sabiendo que el chico iba a estar ocupado con los entrenamientos del Barcelona y ella, luego del mundial, volvería a centrarse en sus proyectos, sabía que la diferencia horaria podía ser contraproducente también, al igual que la distancia, porque no siempre podía viajar a España si tenía trabajo en Argentina. ¿Podían seguir siendo amigos? Obvio que podían, pero no iba a ser lo mismo, y aunque a Alba le costara admitirlo, lo que estaba sintiendo por el español hacía rato que había superado lo que una "amistad" debía ser, y en verdad la frustraba toda la situación. Pero no porque no quisiera que el español se marchara significaba que iba a perder la oportunidad de despedirse de él y verlo en persona una última vez antes de que por alguna vuelta de la vida volvieran a cruzarse.

Cuando la actriz llegó al predio, y le permitieron el ingreso, notó que el autobús con los detalles de la selección de España ya estaba estacionado en la puerta del edificio donde esa selección se estaba quedando. Al bajar del auto, notó que los jugadores ya estaban esperando afuera con sus mochilas y valijas, y rápidamente se encaminó hacia ellos. Al primero que vio fue a Ferran, que estaba hablando con Rodri y Eric, y al verla el delantero sonrió alzando su mano para saludarla.

ENCHANTED | pedri gonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora