─ chapter twenty

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NAVIDAD HABÍA PASADO, año nuevo había pasado y eso significaba que Pedri llevaba ya unas semanas en España, porque ambos habían pasado las fiestas separados.

Luego de la fiesta en el hogar de Messi, Pedri había regresado a Buenos Aires para desde allí tomar un avión privado que lo llevara de regreso a España, aprovechando la oportunidad para despedirse de Alba hasta que la chica pudiera viajar a Europa luego de que organizara todo respecto a su trabajo. Había sido una despedida difícil después de haber pasado tanto tiempo juntos en el Mundial, pero el saber que podían hablar todos los días y que podían hacer videollamadas aliviaba un poco el tema de la distancia y la separación.

Mientras Pedri se reincorporaba a los entrenamientos del Barcelona para los siguientes partidos del club, y sobre todo para la final de la Supercopa de España contra el Real Madrid, Alba había estado de un lado para otro con distintas reuniones sobre futuros posibles proyectos. Si bien la actriz había recibido muchas buenas ofertas, había una en específico que había logrado llamar su atención, no solo porque el papel y la historia propuesta le habían encantado, sino también por lo que aceptar ese trabajo implicaba. Aún no tenía nada confirmado, y quedaban varias reuniones que tenía que llevar a cabo, pero todo parecía indicar que ese papel ya era suyo, y Alba estaba completamente emocionada.

Alba adoraba las historias románticas, y sobre todo aquellas que tenían tropes como el fake dating o el enemies to lovers, por lo que ese papel era algo que le encantaría interpretar.

— ¿Ya llegaron, Alba?

La actriz dejó su mochila sobre el sillón individual que había en la esquina de la habitación y las valijas a un lado, aprovechando para agarrar otra galletita del paquete que había comprado al bajar del avión— Sí, recién acabamos de llegar al hotel, nos pegamos una ducha y salimos para allá. —Alba se quitó los anteojos de sol, observando la habitación del hotel en la que iba a quedarse solo una noche, a través de la ventana podía verse parte de la ciudad, y el gran ajetreo que había en la misma— No sabe nada, ¿no?

ENCHANTED | pedri gonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora