─ chapter twenty-four

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— QUE FRÍO QUE HACE LA PUCHA. —dijo Alba, moviéndose de un lado a otro con las manos en los bolsillos de la campera inflable que estaba portando, mientras tocaba el timbre para que le abrieran la puerta. Segundos más tarde la puerta se abrió mostrando el rostro de Fer, a quien la chica saludó con un abrazo.

— Buenas Alba, ¿todo bien cuñada? —preguntó Fer dejándola pasar al departamento y agarrando algunas de las bolsas que la chica tenía en sus manos con las cosas que iban a comer en un rato.

— Si, re mil cagada de frío, pero bien. —respondió ella dirigiéndose hacia la zona de la cocina para dejar la mercadería. La actriz suspiró aliviada, sintiendo la calidez que había en el lugar gracias a la calefacción— ¡Hola mi chiquito! —exclamó Alba yendo a abrazar a Gavi que se encontraba lavándose las manos. El chico soltó una risa cuando sintió los brazos de la actriz que lo rodeaban en un fuerte abrazo, claramente Alba estaba aprovechando para recuperar parte del calor que había perdido por el frío afuera.

— ¿Aún sigues con eso? Alba soy más alto que tú.

La actriz se encogió de hombro— ¿Y? ¿Eso que tiene? Seguís estando chiquito, ¿preferís que te diga feto como el Cuti?

— Joder no, ni si quiera lo pienses. —respondió rápidamente provocando que la chica y Fer rieran— ¿Me trajiste mis galletas? —preguntó Gavi mientras rebuscaba en las bolsas.

— Sí, están en la bolsa de la izquierda. Te traje varias porque había mucha variedad y nunca especificaste exactamente cuáles querías, y te vi comiendo varias de esas que conseguí.

Cuando Gavi encontró los paquetes, rápidamente abrió uno llevando una galleta a su boca y suspirando de satisfacción— Te adoro.

— Quiero creer que me lo estás diciendo a mí y no a las galletitas, Gavira. —su comentario provocó las risas del jugador y Fer. Alba miró a su alrededor— ¿Pepi? ¿Salió a comprar algo? —porque le parecía extraño que aún no hubiera aparecido.

— No, se estaba dando una ducha porque hace un rato llegamos de la visita al fisioterapeuta.

— ¿Cómo le fue? Le escribí, pero no le habían llegado los mensajes.

— Bien, ha dicho que está mucho mejor y que existe la posibilidad de que pueda reincorporarse antes de lo esperado si sigue evolucionando de esta forma.

Asintiendo, la actriz se quitó la mochila y la campera, quedando en un suéter bien calentito. Con la ayuda de Fer y Gavi, Alba comenzó a sacar las cosas que había comprado para ponerlas en diferentes platitos para que pudieran comer durante el partido. Y es que en unos minutos iba a llevar a cabo el segundo partido entre el Barcelona y el Manchester United, y esta vez iba a realizarse en Old Trafford, habiendo optado por mirarlo todos juntos en el departamento de los hermanos González.

ENCHANTED | pedri gonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora