Hush - P5e ft Claire Wyndham
Alexei
Me estaba hartando de Helena.
No soportaría más sus estupideces.
Esa mujer no se saldría con la suya.
Tenía más coraje y cerebro que el imbécil de su hermano.
Era más inteligente.
Más temeraria.
E impulsiva.
No sentía compasión por ella.
No me arrepentía de abofetearla delante de mi empleada.
No me importaba como eso la hizo sentir.
Debía entender que desde ahora yo era el que mandaba.
Ella había perdido todos y cada uno de sus derechos.
Y no tenía por qué provocarme.
Necesitaba recuperar el dinero y darle una lección a Brenan al hacerle saber que estaba utilizando a su pequeña hermana para beneficiarme ganando unos cuantos millones.
Y qué mejor que llevarla al casino.
Helena trabajaría para mí.
Generando más dinero del que su hermano intentó quitarme.
¿Por qué carajos tardaba demasiado?
Si me contradecía y se negaba a bajar, subiría hasta la maldita habitación y la traería del cabello y la arrojaría en la parte trasera del auto.
No se vería mal con unos cuantos moretones por la pelea.
Ya había perdido demasiado tiempo por culpa de Helena.
Ella no tenía por qué alterar mis negocios.
Estaba por subir las escaleras cuando Helena aparece al final de la escalera.
Subida en esos tacones de plataforma y en el atuendo que le sugerí usar para presentarse en el casino.
Mi miembro palpita con solo mirarla en ese atuendo.
Lleva el cabello suelto cayendo por su espalda, alaciado, un maquillaje ahumado en sus ojos resaltando la verdosa mirada felina de sus orbes.
Parecía ser el sueño de cualquier hombre.
Podría quedármela y hacerle todo lo que se me ocurriera.
Follarla tantas veces como quisiera.
De todas las formas posibles y ella estaría dispuesta para mí a cualquier hora.
Internamente luchaba con ella misma negándose que me deseaba muy dentro de ella.
Pero quería venganza.
La necesitaba para demostrarle a Brenan que a mí nadie me traiciona.
- Date prisa - Ordeno.
- No pienso salir de este lugar vestida así. Luzco como una prostituta. -
- Lo serás pronto, кукла (muñeca) -
Me mira desafiante.
Sus ojos se vuelven pequeñas rendijas.
La veo cruzarse de brazos ocultando sus puntiagudos pezones.
Contengo un gruñido al ver que me ha privado de la erótica visión.
Me repongo en cuestión de segundos.
Ya me estaba aburriendo de su actitud altanera.
No me sentía cómodo con ella paseando por mi casa como si fuera una invitada.

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Amor Mortal
RomanceHelena, modelo reconocida de la marca de ropa más famosa de Italia, Raffaelli. Lleva una vida ocupada. Lo único que le importa es su trabajo. Los hombres la desean y abundan en su vida como las abejas en la miel atraídos por su belleza exótica. Su...