Monsters - Ruelle
Helena
Pasaron los días y la gaza en mi cabeza desapareció.
Me sentía diferente.
El dolor en la cabeza disminuyó gracias a los analgésicos.
Lamentaba que los medicamentos no quitarán el dolor de mi pecho.
Como si me hubiesen arrancado el corazón de las entrañas.
No entendía porque aquella noche Alexei no me escuchó y se le hizo fácil y simplemente me disparó.
Perdí a la única familia que tenía en el mundo.
Mi hermano.
Me sentía tan sola.
Hubiese preferido que Alexei me dejase morir.
Sus palabras aun resonaban en mi cabeza.
"Todos los hombres son iguales, pero yo soy peor que todos ellos".
No me interesaba hablar con él.
Pudimos haberlo hecho antes de que me disparará sin compasión, pero prefirió accionar el arma en vez de escucharme.
Sonia trajo mis pertenencias de vuelta a mi antigua habitación.
Alik siempre tocaba a mi puerta para asegurarse que estuviera bien.
Sabía que era enviado por Alexei porque le había dicho que no se acercara.
Pero no debía molestarme con Alik, él no era culpable de las acciones que su hermano mayor cometía.
Pasábamos la tarde en mi habitación conversando del clima o bebiendo limonada que Sonia preparaba para nosotros.
A veces me acompañaba en la cena.
Era agradable tener un amigo después de pensar que podía confiar en Alexei.
La noche se volvía aterradora sin él a mi lado.
Pero no iba a volver a dormir con él a mi lado nunca más.
Prefería dormir sola en esa enorme cama solitaria de mi antigua habitación, aunque odiara dormir, porque no volvería a dormir al lado de Alexei.
Las pesadillas volvieron después de instalarme nuevamente en la habitación que era mía cuando llegué meses atrás.
Alexei era el monstruo que me perseguía en sueños.
Impidiéndome dormir hasta la mañana.
Por un momento pensé que Alexei me ... quería.
Los golpes en la puerta dispersan mis tontos y absurdos pensamientos.
- ¿Sí? -
- Soy yo. Alik. -
- Oh, entra, Alik. -
La abre y lo veo entrar.
Lleva con él un enorme tazón de palomitas de maíz entre sus manos.
- ¿Qué es todo eso? - Pregunto con una pequeña sonrisa en los labios.
- Veremos una película - Con una mano saca su teléfono celular del bolsillo de sus pantalones.
- Espero que no sea de romance. -
- ¿Odias las comedias románticas? -
- No en realidad. Solo me recuerdan que nadie me va a amar como a las protagonistas de esas peliculas y termino deprimida. -
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Amor Mortal
RomansaHelena, modelo reconocida de la marca de ropa más famosa de Italia, Raffaelli. Lleva una vida ocupada. Lo único que le importa es su trabajo. Los hombres la desean y abundan en su vida como las abejas en la miel atraídos por su belleza exótica. Su...